El truco de la abuela para que no te rocen los zapatos nuevos

Solo necesitas un producto que tienes en casa y no mancha los zapatos

El truco de la abuela para que no te rocen los zapatos nuevos

El truco de la abuela para que no te rocen los zapatos nuevos

Llegas de compras, abres las caja de los zapatos nuevos y te los pruebas. Son perfectos, justo lo que querías... parecen cómodos pero al cabo de unas horas lo que parecía perfecto empieza a ser una tortura. Te ha salido una rozadura. No es un caso aislado... no te preocupes es bastante habitual sobre todo con el calzado de verano al no llevar calcetines.

La piel de los pies, aunque no lo parezca, es muy sensible y suele dañarse con facilidad por el roce. Aunque suelen estar preparados, los calzados de verano suelen estar hechos de materiales como la piel o la piel sintética o, incluso el cuero, que puede llegar a provocar rozaduras o cortes en algunas zonas del pie.

Los puntos más expuestos a rozaduras

Los puntos más sensibles y donde más rozaduras y molestias suelen aparecer son en el empeine, la zona de los metatarsianos (justo encima de los dedos del pie, coincidiendo con las falanges, o el talón.

El motivo de estas molestias es el roce y la presión constante sobre la piel desnuda y el resultado en caso de no tomar medidas para evitarlo es una úlcera que acaba supurando y que debe ser tratada para que cicatrice.

El truco de la abuela para que no te rocen los zapatos nuevos

El truco de la abuela para que no te rocen los zapatos nuevos

Por ello, y para evitar estas situaciones tan doloras, existen algunos trucos para ensanchar los zapatos en aquellas zona que nos aprietan. Además de utilizar una patata como calzo para ensanchar la horma, existe otro truco mucho más sencillo y eficaz.

No es válido para todos los zapatos pero sí para la mayoría. Se puede utilizar en los zapatos de piel, cuero y tejido similar y es muy sencillo de usar. Solo necesitas un ingrediente que seguro encuentras en el botiquín o en el cuarto de baño: el alcohol.

La aplicación del alcohol sobre el tejido es muy sencilla. Solo hay que aplicarlo en aquellas zonas en las que el tejido está demasiado duro y por eso roza con la piel. El alcohol ablanda el tejido y lo vuelve más suave . Se trata de uno de los trucos más utilizados para evitar roces en el caso de sandalias de verano hechas con piel.