La eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero ha mostrado su “preocupación” por la detección de una gran cantidad de partidas de naranjas procedentes de Turquía con una importante presencia de restos de plaguicidas prohibidos en la Unión Europea por su alta toxicidad y por su afectación al medioambiente. “Solo en el mes de enero de 2021, el sistema RASFF, la red de alerta rápida para alimentos de la Comisión Europea, ha rechazado 57 lotes de cítricos con origen Turquía, más que en todo 2020 y cinco veces más que en 2019”, ha advertido.

Rodríguez-Piñero se ha hecho eco de la denuncia pública del Comité de Gestión de Cítricos ante este “incremento exponencial” de detecciones y ha planteado dos preguntas ante la Comisión Europea para que tome medidas de “urgencia”. “Queremos saber si ante estos datos oficiales la Comisión Europea va a aumentar los controles -en estos momentos se inspeccionan un total de entre el 5 y el 10 % de las partidas que llegan de Turquía- o directamente se van a paralizar todas las importaciones ante este posible problema medioambiental y de salud pública, pero también de competencia desleal”, ha explicado Rodríguez-Piñero.

La eurodiputada socialista ha querido reconocer el trabajo de la Comisión Europea en la detección de estos restos de fitosanitarios prohibidos gracias a su red de alerta rápida. “Esta red para detectar partidas con plaguicidas ilegales en cítricos fue una petición del Gobierno de Ximo Puig y está demostrando su utilidad”, ha asegurado Rodríguez-Piñero. “Estas alertas permiten a los agricultores valencianos poder competir en igualdad de condiciones ante países terceros que usan productos químicos prohibidos en la UE, aunque se deben incrementar los controles como demuestran los datos de lotes rechazados provenientes desde Turquía”, ha explicado.

“Turquía ya fue cuestionada por la Comisión Europea tras una auditoría en noviembre de 2019, lo que motivó un incremento del porcentaje de lotes inspeccionados”, ha apuntado la eurodiputada socialista. “En aquel informe hecho en origen, los auditores detectaron limitados controles sobre el uso de los productos fitosanitarios en las explotaciones agrícolas turcas y los insuficientes controles en los envasadores y exportadores, principalmente debido a la inadecuada trazabilidad de los productos a lo largo de la cadena alimentaria”, ha especificado.

Incidencias

Las incidencias se han detectado tanto en naranjas como en limones, pero han sido especialmente importantes en las mandarinas-clementinas. “Sólo en el mes de enero, la UE ha prohibido la entrada de 27 lotes de mandarinas-clementinas desde Turquía, más de cinco veces más que en todo el año 2019”, ha cifrado. Por lo que respecta a la detección de sustancias totalmente prohibidas en la Unión Europea, en los 31 primeros días del año se rechazaron hasta 45 partidas de cítricos provenientes de Turquía por plaguicidas ilegales.