La empresa valenciana Silicon Valen ya tiene comprometidas las ventas de la producción de sus primeros tres años. El grupo empresarial liderado por el presidente de la patronal valenciana de renovables, Marcos J. Lacruz, que promueve una fábrica de paneles solares para acabar con la dependencia de las importaciones de China, ha logrado compromisos de compra que cubren una producción anual de 500 MW (el equivalente al 20 % de las placas que se instalan anualmente en España). La firma tiene previsto comenzar su producción en el primer semestre de 2023.
La compañía, que arranca con una inversión inicial de 12 millones de euros, se ha marcado como objetivo cubrir toda la cadena de producción de los paneles fotovoltaicos, aunque lo va a acometer por fases. En la primera fase se va a dedicar a montar los módulos fotovoltaicos con placas importadas. «En un primer momento vamos a hacer el ensamblaje en nuestra planta en Valencia. Para la producción integral es necesaria más inversión y más tiempo», precisa Marcos Lacruz.
El fundador de Silicon Valen explicó que inicialmente la compañía producirá placas solares con una potencia equivalente a 500 MW al año con el objetivo de llegar a 1.500 MW cuando la empresa esté a pleno rendimiento. La firma contará con cuatro fábricas para afrontar los cinco procesos de producción de los paneles fotovoltaicos. La empresa comprará silicio metalúrgico (producido fundamentalmente con arena de playa) y lo transformará tras un complicado proceso industrial en silicio de grado solar.
Diez años sin fabricar paneles en Europa
Europa se quedó hace 10 años sin fábricas de módulos fotovoltaicos por la competencia de las firmas chinas. Alemania vendió la tecnología a los fabricantes asiáticos y China aprovechó la oportunidad para financiar con dinero público a las empresas, que se quedaron con el 95 % del mercado mundial. Es una situación similar a la que ha pasado con la fabricación de microchips o la de baterías de coches eléctricos. La Unión Europea quiere revertir esta situación e impulsa con ayudas públicas el desarrollo de plantas de baterías y de microchips y proyectos como el de Silicon Valen.
Las tecnologías actuales permiten obtener silicio de grado metalúrgico a partir de la arena de las playas. Muchas empresas procesan ese material para su posterior uso industrial. Pero la firma valenciana Silicon Valen ha dado un paso más y va a enriquecer al máximo ese silicio al darle un 99,9 % de pureza y transformarlo en el denominado silicio de grado solar, la materia prima indispensable para generar energía fotovoltaica.
Ese silicio solar se compacta y se convierte en lingotes. Estos se cortan en miles de obleas y con ellas se obtienen las células fotovoltaicas que integran después las placas y módulos solares. Silicon Valen empezará a producir y pondrá en marcha la primera fábrica de paneles solares de España el año que viene, rompiendo así con la dependencia de China, que lidera el mercado. La empresa aspira a cubrir el ciclo completo de producción en el año 2025.
Proyecto estratégico
El pasado mes de julio, Silicon Valen fue uno de los tres proyectos estratégicos seleccionados por la Generalitat Valenciana para recibir una subvención de 362.215 euros en el marco del Pla Estratègic de la Indústria Valenciana, destinado al impulso de proyectos industriales estratégicos en la Comunitat.
La industria de semiconductores también se verá beneficiada por este proceso de tratamiento del silicio, ya que este material se emplea en la fabricación de microchips para uso industrial
Cinco millones de módulos
En España hacen falta 5 millones de módulos fotovoltaicos al año para hacer frente al actual despliegue de parques renovables. La primera fábrica de Silicon Valen contará con una plantilla de 50 trabajadores y todavía no se ha desvelado su ubicación. La idea es que cuando la empresa esté a pleno rendimiento dé empleo a 1.200 trabajadores, la mitad de cualificación muy alta como ingenieros y programadores.
