La Agrupación de Fallas del Carmen ha celebrado su fiesta de Mig Any, que ha incluido una falla al estilo decimonónico. Y que incluye en su argumentario una crítica general a la paulatina destrucción del barrio. Está representada por la muerte del barrio, que en su guadaña se puede leer «Concejal de turno», aunque en el mismo palo de la guadaña lleva las cámaras de la APR y maneja con hilos de marioneta a un picapedrero encargado de demoler una letra C que simboliza al Carmen.
Aunque la falla es obra «libre del artista» asegura el presidente del colectivo, Antonio Villena, el argumento ha sido plenamente aceptado por los presentes. El propio Villena -militante de Compromís- asegura que «la APR es mejorable. En el caso fallero, es un problema. En ninguna falla de ningún barrio se puede pretender aparcar delante del casal. Pero es cierto que en prácticamente cualquier otro sitio, mucha gente vive allí y va andando al casal. No es el caso en nuestras comisiones, donde los falleros residentes son ínfima minoría. La cuestión es reconducirla para llegar al consenso». La falla, mientras tanto, sin nombrar a nadie en especial, manda al «comú» «a los que ignoran la agonía del barrio, cierran los ojos, deshacen lo hecho en años, sentencian los casales, ponen más trabas, no escuchan los gritos, les falta sentimiento, hacen al vecindario un grupo de extraños y hacen cerrar los comercios».
