La comisión de Manuel Meliá i Fuster-Carlos Cortina, la Nova de Benicalap, llevo a cabo el anunciado estreno de su nuevo casal, reconvirtiendo uno de los talleres de la Ciudad del Artista Fallero, que pasará a tener ahora un cometido social relacionado con la fiesta. Sobre la base de una arquitectura más que conocida, el local pasa ahora a habilitad estancias para desarrollar eventos -propios y de quien lo desee-, así como espacios de oficina y hasta una zona "chill out". La comisión ha firmado por veinte años con el actual propietario.
Así se ha transformado un taller fallero en casal: inauguración de Nou Benicalap
La comisión de Manuel Meliá i Fuster-Carlos Cortina, la Nova de Benicalap, llevo a cabo el anunciado estreno de su nuevo casal, reconvirtiendo uno de los talleres de la Ciudad del Artista Fallero, que pasará a tener ahora un cometido social relacionado con la fiesta. Sobre la base de una arquitectura más que conocida, el local pasa ahora a habilitad estancias para desarrollar eventos -propios y de quien lo desee-, así como espacios de oficina y hasta una zona "chill out". La comisión ha firmado por veinte años con el actual propietario.
Así se ha transformado un taller fallero en casal: inauguración de Nou Benicalap
La comisión de Manuel Meliá i Fuster-Carlos Cortina, la Nova de Benicalap, llevo a cabo el anunciado estreno de su nuevo casal, reconvirtiendo uno de los talleres de la Ciudad del Artista Fallero, que pasará a tener ahora un cometido social relacionado con la fiesta. Sobre la base de una arquitectura más que conocida, el local pasa ahora a habilitad estancias para desarrollar eventos -propios y de quien lo desee-, así como espacios de oficina y hasta una zona "chill out". La comisión ha firmado por veinte años con el actual propietario.
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La comisión de Manuel Meliá i Fuster-Carlos Cortina, la Nova de Benicalap, llevo a cabo el anunciado estreno de su nuevo casal, reconvirtiendo uno de los talleres de la Ciudad del Artista Fallero, que pasará a tener ahora un cometido social relacionado con la fiesta. Sobre la base de una arquitectura más que conocida, el local pasa ahora a habilitad estancias para desarrollar eventos -propios y de quien lo desee-, así como espacios de oficina y hasta una zona "chill out". La comisión ha firmado por veinte años con el actual propietario.
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