Ver más galerías relacionadas
Alfons Padilla
Ver galería >Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
A. Padilla
Dos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasDos fuerzas incontenibles, la del agua y la del caminante. La primera ha cincelado un relieve salvaje, ha abierto afilados desfiladeros. Mientras, los antiguos caminantes crearon zigzagueantes sendas de herradura y acarrearon piedras para dar forma a más de 6.000 escalones. El Barranc de l'Infern, la ruta circular de 14 kilómetros de la Vall de Laguar, es la catedral valenciana del senderismo. Los excursionistas parten de la Font Grossa y de su bello lavadero, en Fleix, y tras bajar dos veces al barranco, al cauce del río Girona, remontan por empinadas sendas. La ruta acaba en Benimaurell. Fascinan el agreste paisaje y la impresionante riqueza geológica y botánica. Llega la primavera y cientos de senderistas ya preparan una escapada al Barranc de l'Infern.