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Alfons Padilla
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A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
A. Padilla
El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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El "Hanami", la tradición japonesa de quedarse embelesado contemplando los cerezos en flor, también arraiga en las montañas de la Marina Alta. Tras la desastrosa campaña de la cereza del pasado año, cuando las lluvias torrenciales arruinaron la cosecha, ahora estos árboles han empezado a florecer. El espectáculo maravilla. En la Vall de Laguar, los campos están ya moteados de blanco. Los cerezos echan flores y, al fondo, se divisan el mar, el Montgó y Segària. Seguramente, es en la Vall de Laguar y la Vall de Gallinera donde esta floración es más temprana y, por tanto, donde antes se puede disfrutar del "Hanami" valenciano.
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