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Alfons Padilla
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A. Padilla
En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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En el estrecho valle entre la Serra del Castell de la Solana y el Seguili, descansa este pequeño pueblo (es una entidad local menor de Alcalalí). Primera curiosidad: un sencillo monumento que recuerda que por aquí pasa esa línea imaginaria que es el meridiano de Greenwich. Quizá la han seguido los residentes británicos que han encontrado aquí un refugio. La Llosa de Camatxo, antigua alquería andalusí repoblada tras la expulsión de los moriscos, es un remanso de paz. Hay familias que han decidido vivir aquí, a un paso del bullicioso litoral de la Marina Alta. Sobresale su paisaje verdeamarillo de limoneros (se plantaron tras arruinar a principios del siglo XX la filoxera las viñas). Existe la leyenda de que quien bebe el agua de la Llosa vive muchos años. Los vecinos presumen de longevidad.
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