Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
Beniaia y el despoblado morisco de la Queirola, en imágenes
A. P. F.
Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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A. P. F.
Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
Beniaia y el despoblado morisco de la Queirola, en imágenes
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
Beniaia y el despoblado morisco de la Queirola, en imágenes
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
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Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".
Beniaia (la Vall d'Alcalà) es el pueblo más alejado del mar en la Marina Alta. Se halla en el confín de la comarca, en el límite con el Comtat, en el territorio en el que "la Marina" se hace montaña y silencio. El silencio del despoblado morisco de la Queirola estremece. Mientras, Beniaia es puro sosiego. El dulce rumor del agua de la fuente y el lavadero apacigua. La comarca es bella también en sus contornos, en este confín de historia, paisaje y tenacidad rural. Y esta forma de explorar la Marina Alta desde sus márgenes evoca de alguna forma aquel poema de Elizabeht Bishop titulado "El mapa" y que terminaba con este revelador verso: "Más delicados que los de los historiadores son los colores de los cartógrafos".