Borja Thyssen y Blanca Cuesta han bautizado a su segundo hijo, Eric, sin la presencia de su abuela. Tita Cervera prefirió no acudir a la ceremonia dada la mala relación que tiene con su hijo. El que sí aceptó la invitación fue el padre biológico de Borja, Manolo Segura, que está seguro de que madre e hijo "se reconciliarán porque se quieren mucho".
Eric, el segundo hijo de Borja Thyssen y Blanca Cuesta, ha sido bautizado este domingo. La ausencia de su abuela Tita Cervera centró la atención de los periodistas, que no dudaron en consultar a la pareja y a los invitados por la Baronesa Thyssen y su decisión de no acudir.
Entre los asistentes a la ceremonia se encontraban Heidi Unkoff, Miguel Cuesta, Darek y su novia Susana Uribarri y el padre biológico de Borja, Manolo Segura. De todos ellos, fueron pocos los que se aventuraron a opinar sobre la ausencia de Tita Cervera.
Uno de ellos fue precisamente Manolo Segura, que parece seguro de que Borja y la Baronesa arreglarán sus diferencias. "(La Baronesa) está de viaje. Yo creo que se reconciliarán porque se quieren mucho", aseguró. "Son madre e hijo y seguro que se reconciliarán".
Paloma Segrelles también se lanzó a opinar sobre este asunto, asegurando que la ausencia de la Baronesa no fue agradable para su hijo. "Seguro que (Borja) va a echar de menos a su madre, no tengo ninguna duda porque se quieren mucho los dos y se van a echar de menos", afirmó.
"Siempre que hay peleas familiares al final llega la paz", continuó Segrelles. "Es como una tormenta que cae y luego pasa. Creo que son cosas que tienen que quedar dentro de la familia. Yo también soy amiga de la Baronesa, no sé exactamente lo que hay o no hay".
El resto de invitados, entre los que se encontraban Emilio Álvarez, Bruno Gómez Acebo, Bárbara Cano y Alejandra Prat, prefirieron limitarse a destacar el éxito de la celebración y desear lo mejor al recién nacido.
Joaquín Prat, por su parte, aclaró que los padrinos habían sido "unos amigos de Ibiza" y afirmó que la ceremonia fue "muy bonita, muy emocionante" y que era un momento "para estar feliz, no para pensar en las ausencias".
