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A grandes fortunas, costosos divorcios. Este debería ser el lema que advirtiera a l0s famosos de las consecuencias que puede tener para sus cuentas bancarias un amor con fecha de caducidad. Sería lógico pensar que los divorcios han sido protagonizados por actores y actrices de Hollywood, pero el ranking de las separaciones más caras de la historia está liderado por magnates empresariales.

El petrolero ruso y propietario del Chelsea, Roman Abramovich encabeza esta larga lista, al haberle pagado a su entonces mujer Irina 8.000 millones de euros por su separación. Una cantidad un poco menos abultada, pero igualmente escandalosa es la que abonó el «rey» de la comunicación Robert Murdoch para comenzar una nueva vida en solitario. Valor estimado del cambio:1.345 millones de euros. Bernie Ecclestone no dudó en compensar a la madre de sus dos hijas con 670 millones, cifra significativa ya que su fortuna está valorada en 3.000 millones.

Bastante inferior es la cifra—156 millones— que exigía Heather Mills a Paul McCartney. El músico luchó duramente en los tribunales hasta que el juez redujo la cantidad a 30 millones de euros. Ahora llega el turno de Hollywood: Mel Gibson y Arnold Schwarzenegger marcan distancias con el resto de estrellas de la gran pantalla. El golpe más duro se lo lleva Gibson, obligado a recurrir de nuevo a su faceta de actor para poder costear los 640 millones que vale su separación. Pero la más reciente noticia de divorcio viene de la mano de la cantante Jennifer López y su marido Marc Anthony. Hace poco que se hizo oficial la decisión y los medios ya especulan con la cantidad: Hollywoodlife.com afirma que se estarían disputando 178 millones. Según celebritynetworth.com, a lo largo de su carrera ella debe haber generado casi tres veces más dinero que su esposo. Ya tuvo que pagar casi 10 millones a su ex Cris Judd por no firmar un acuerdo prenupcial.