Ciclismo

Los Yates, Simon y Adam, los mejores gemelos ciclistas de la historia

El vencedor del Giro será el gran gregario de Vingegaard en Francia mientras que su hermano volverá a tener la misión de ayudar a Pogacar a ganar el Tour.

Simon (de rosa) y Adam Yates, el domingo durante la última etapa del Giro.

Simon (de rosa) y Adam Yates, el domingo durante la última etapa del Giro. / GIRO DE ITALIA

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

Cuenta la leyenda que sólo la madre era capaz de identificar a los hijos gemelos Simon (el mayor, por minutos) y Adam, de apellido Yates, ambos de profesión ciclista, 32 años hasta el 7 de agosto. Los dos suman 14 puestos entre los 10 primeros de las grandes rondas por etapas desde 2016. Simon Yates, vencedor del Giro, cuenta además con el triunfo de la Vuelta en 2018; Adam fue tercero en el Tour de 2023; uno (Simon) será el gran gregario de Jonas Vingegaard y el otro (Adam), el principal bastón de apoyo de Tadej Pogacar. Por el camino, en juego, el triunfo en el Tour 2025.

Los Yates han roto una tradición ciclista. En la costumbre de que los hermanos se dediquen al deporte de la bicicleta, siempre había uno bueno y otro no tanto; Coppi (Fausto y Serse), Bobet (Louison y Jean) y más recientemente Induráin (Miguel y Pruden) pasando por los Lejarreta (Marino e Ismael), los Gorospe (Julián y Rubén), los Jalabert (Laurent y Nicolas) o los Quintana (Nairo y Dayer). Los Yates se llevan bien, entrenan juntos en Andorra y son, por igual, figuras en el pelotón contemporáneo. Los mejores gemelos de la historia.

Simon Yates con el trofeo como vencedor del Giro 2025.

Simon Yates con el trofeo como vencedor del Giro 2025. / GIRO DE ITALIA

Hasta que a Adam le cayó encima el arco del último kilómetro en la séptima etapa del Tour de 2016 corriendo los dos en el conjunto australiano del Orica era imposible adivinar quién era uno y quién el otro. Sólo las zapatillas, calzado de diferente color, permitía saber si el que pedaleaba era Simon o Adam, al que le quedó una cicatriz en el rostro de por vida a causa del incidente en la ronda francesa de hace nueve años.

Se recuerda un día a Simon, poco antes de la pandemia. Entrenaba en Andorra, en la bella carretera que sirve para descubrir el Vall d’Incles, entre el Tarter y Soldeu. “¿Simon o Adam?”, se le preguntó al corredor quien, sonriendo feliz de que alguien lo hubiese identificado de forma parcial, respondió: “Simon”.

Adam se fue en 2021 al Ineos, equipo con el que ganó aquel año la Volta. Simon siguió en el Orica, hoy Jayco, y ambos se fugaron juntos en la primera etapa del Tour de 2023, la que empezó y finalizó en Bilbao. Eran hermanos pero rivales y la recompensa, aparte del triunfo del día, era también el primer jersey amarillo del Tour. Ganó Adam, supuestamente con mejor salario (unos dos millones de euros) como gregario de Pogacar que su hermano Simon como jefe de filas del conjunto australiano. Llegaron a París en tercera y cuarta posición y hasta pareció en la penúltima etapa que Adam y el UAE empujaban a Simon para que no cediese el cuarto puesto de la general en la última etapa de montaña. Cosas de gemelos se comentó por aquel entonces.

En Roma, Adam ni quiso ni pudo esconder la alegría por la victoria del gemelo. Se fotografiaron juntos y mientras uno vestía de rosa el otro corría con unas gafas de idéntico color en reconocimiento al hermano. Será bueno ver cómo trabajan ambos para sus líderes en el Tour. El Visma fichó a Simon para ayudar a Vingegaard, aunque en el fondo cuando la pareja entrena junta en Andorra, al margen del resto del centenar de profesionales que reside en los Pirineos, da la sensación de que son dos hermanos cicloturistas que han salido a la carretera a relajarse mientras hablan de sus intimidades.

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