Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vandalismo en el Barrio del Cristo

Los gamberros causan daños de miles de euros en el parque del Perdiguer al robar grifos, fuentes y destrozar el sistema de riego

el aspecto abandonado del perdiguer es fiel reflejo del continuo vandalismo que el parque sufre casi a diario.Las pilas de los paelleros están sucias e inservibles después de que los grifos hayan sido robados hasta en siete ocasiones.Las tuberías de goma de parte del sistema de riego por goteo cuelgan de un árbol, abandonadas allí por los vándalos tras cortarlas una a una con unas tijeras. La única fuente de hierro que sobrevive, aunque sin grifo. Un grupo de árboles completamente secos.Restos de una de las fuentes de hierro que estaban ancladas al suelo y que han sido sustraídas o destrozadas por los gamberros. Aspecto del baño público, donde han arrancado la cisterna, el grifo e incluso las tuberías que llevaban el agua hasta los sanitarios. f m. v.

El parque y polideportivo del Perdiguer, en el Barrio del Cristo, se ha convertido en los últimos meses en objetivo de los vándalos. El recinto sufre continuos asaltos que ocasionan desperfectos que ya se valoran en miles de euros y para los que no parece haber freno. Apenas se repone algo, al cabo de unos días vuelve a aparecer destrozado o, simplemente, desaparece.

Así ocurrió con los grifos de la veintena de paelleros que tiene el parque y que, hasta hace bien poco, eran punto habitual de esparcimiento ciudadano durante los fines de semana. «Esto estaba lleno en cuanto salía un buen día recuerda uno de los hombres que a diario descansan en los bancos de la zona, pero empezaron a robar y a destrozar cosas, y la gente dejó de venir». Los grifos de las pilas han sido sustraídos hasta en siete ocasiones y la Mancomunidad del Barrio del Cristo ya no sabe qué hacer para evitar la sangría salvo colocar «grifos de plástico», tal como señala Caridad Collado, vocal delegada en la entidad supramunicipal.

Por robar, han robado hasta las fuentes de hierro ancladas al suelo e instaladas en diversos puntos del parque. Ahora tan sólo queda una, pero sin grifo, ya que el que había ha sido sustraído. Las tuberías y demás elementos metálicos del baño también han sido expoliados poco a poco hasta convertir el espacio en un lugar inservible que ni siquiera dispone ya de puerta.

El quiosco/bar contiguo tampoco se ha librado de los asaltos. Ni siquiera con el vigilante jurado que se contrató durante un tiempo ni con las cámaras de vigilancia o las alarmas que se han puesto a lo largo del tiempo. «Se han probado diferentes sistemas de seguridad pero ninguno ha dado resultado», admite Collado, quien recientemente ha vuelto a instalar una alarma en el parque.

Un desperfecto «especialmente sangrante» por lo «gratuito» de la acción es el destrozo del sistema de riego por goteo. Los vándalos se han dedicado a cortar, una por una y con la ayuda de unas tijeras, las gomas que distribuyen el agua a los árboles y arbustos del parque, ocasionando la muerte de algunos ejemplares. «Antes esto estaba medianamente cuidado comenta un paseante jubilado, pero ahora los gamberros se meten por la noche y se dedican a destrozar las cosas simplemente por el gusto de hacer daño». Pese a que Caridad Collado ha denunciado los asaltos en repetidas ocasiones, por el momento no se ha podido dar con los autores.

Mientras eso sucede, la vocal delegada apuesta por «reparar todo lo que se pueda». Para ello se valdrá de los 10 alumnos del taller de empleo de jardinería que comienza hoy y que, en los próximos días, se dedicarán a regar, podar y reponer los elementos deteriorados. Habrá que ver «cuánto duran».

Compartir el artículo

stats