El viento retira el agua de l'Albufera en Silla y deja numerosos desperfectos en la comarca

El temporal de viento que ayer azotó la comarca no sólo provocó numerosos desperfectos en todos los municipios, sino que además también trajo consigo un fenómeno natural único que nunca hasta ahora se había producido de manera tan acusada: la retirada del agua de l'Albufera. El lago se quedó prácticamente seco a la altura de Silla, dejando sin agua el puerto (todas las barcas quedaron completamente varadas) y sacando a la luz islas que hasta ahora habían permanecido sumergidas.

Y, lo peor es que, de seguir soplando el viento con tanta intensidad como ayer (la predicción meteorológica asegura que el temporal continuará durante el fin de semana), podría peligrar incluso el ecosistema del entorno natural del lago, tal como denunció Josep Chaqués, presidente de la Federación Valenciana de Vela Latina y miembro de Albufera Viva.

Según Chaqués, el fenómeno se produce «cuando el poniente sopla muy fuerte». La fuerza del viento «empuja el agua hacia El Saler y la amontona en las compuertas de la Gola de Puchol, haciendo que allí suba el nivel mientras que en la parte contraria lo baja de manera acusada». A media mañana de ayer, l'Albufera había perdido «al menos 60 centímetros de profundidad», algo «extraordinario que jamás se había visto», tal como coincidieron todas las fuentes locales consultadas por este diario.

En la misma localidad, el viento también ocasionó la caída de varios árboles y numerosas antenas, además de maceteros y diverso mobiliario urbano. En Burjassot se cerraron todos los parques y el polideportivo, donde el vendaval tumbó un árbol de grandes dimensiones. También se clausuraron las puertas del centro social y del recinto deportivo de las 613 Viviendas. Una valla cayó sobre dos vehículos y hubo también que acordonar parte de un paseo por el desprendimiento de ladrillos.

En Foios, las fuertes rachas de poniente derribaron un cartel sobre las vías del metro, lo que obligó a interrumpir el tráfico ferroviario, además de tener que suspender las clases vespertinas en el colegio local ante el riesgo de que cayesen los paneles del techo. En Meliana, por su parte, el viento arrancó parte de una pérgola de una casa y, en Aldaia, el vendaval arrancó de raíz varias palmeras.

En Alboraia, el temporal obligó a suspender los eventos deportivos del fin de semana „también sucedió lo mismo en Picassent„, además de a cortar el carril bici del Peixet por la caída de ramas. Asimismo, se tuvieron que asegurar los paneles que revisten un edificio sin ocupar después de que algunos de ellos se precipitasen a la vía pública. En Xirivella, el temporal también obligó a suspender las actividades extraescolares al aire libre, al igual que ocurrió en varios colegios de Quart de Poblet.

En Mislata también se cerró el parque de La Canaleta como medida de precaución y, en Puçol, se clausuraron las instalaciones deportivas y el parque después de que la cúpula de la piscina de invierno perdiese varias piezas por el viento. En Torrent y Paterna sólo se registraron la caída de algunas señales de tráfico y el vuelco de varios contenedores.

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