La Conselleria de Bienestar Social aseguró ayer que Javier, el discapacitado de Burjassot que vive en una residencia de Sagunt, dispone de un dinero de bolsillo de 219 euros mensuales tras realizar el copago para ser asistido durante 24 horas en el centro de dependientes, por lo que no se queda con solo 75 euros de paga de invalidez, tal como denunciaba su madre Pilar Gil ayer a través de Levante-EMV.

Desde el departamento de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana se indicó que el usuario dispone del mínimo legal previsto para su dinero de bolsillo, que son esos mínimos 219 euros mensuales. En función de su renta individual, la aportación al copago de la residencia es de 475 euros mensuales, que se descuentan de su paga de invalidez de 550 euros. Sin embargo, en los cálculos globales para calcular ese copago, también se considera que Javier —con una discapacidad intelectual y física del 92%— cobra una pensión de orfandad de 139 euros, según reconoció ayer su madre Pilar, que está a punto de cumplir 78 euros.

Desde la conselleria insistieron, tras la denuncia de la madre a través de este diario, que «a este usuario, como a todas las personas con discapacidad usuarias de residencias financiadas por la Generalitat, le queda un dinero de bolsillo de 219 euros mensuales. Cabe destacar que la Comunitat Valenciana es, junto a la de Cantabria, la que cuenta con mayor cantidad reservada para el dinero de bolsillo del usuario».

La atención que recibe es de 24 horas durante los 365 del año en la residencia Nuestros Hijos de Sagunt. El centro, perteneciente a la Conselleria de Bienestar Social, acoge a personas con porcentajes de minusvalía muy elevados. Desde hace casi una década que Javier fue ingresado, Pilar, que además es viuda, se desplaza a la ciudad del Camp de Morvedre como mínimo tres veces a la semana, lunes, martes y jueves.

En su casa de Burjassot, ubicada en el segundo piso de una finca sin ascensor, Javier «no podría recibir todas las atenciones necesarias», explicó su madre, quien insistió ayer que el dinero que le queda a su hijo «se va enseguida y no es suficiente para cubrir las necesidades de Javier como venía haciéndolo antes de pagar la tasa», señaló Pilar. Entre otros menesteres, se refirió a «gastos en ropa, calzado, peluquería, aseo, ortopedia y manutención de la silla de ruedas que no subvenciona la Generalitat». Desde ya hace más de tres meses, gran parte de los gastos de Javier salen de la pensión de viudedad de 634 euros de su madre, que dice «vivir con poco más de 200 ? mensuales».aseguró.