La batalla del Ayuntamiento de Picassent por conseguir mayor frecuencia de paso de los metros y que estos sean más baratos al quedar incluido el municipio en la zona B en vez de en la C actual, no cesa. La alcaldesa, la socialista Conxa García, ha acudido en numerosas ocasiones a la Conselleria de Infraestructuras para reivindicar estas exigencias e, incluso, ha liderado una recogida de firmas que consiguió recabar más de 1.500 signaturas ciudadanas. Sin embargo, todos los esfuerzos han sido, hasta ahora, en vano, puesto que el Consell «ni siquiera se digna a contestar las peticiones del consistorio», tal como la mandataria aseguró ayer.

Una de las últimas reuniones que García mantuvo con los responsables de FGV, contra cuya gestión ha puesto una pancarta en la parada del municipio, fue en noviembre de 2014. «Nos dijo que nos respondería en unas semanas y ya llevamos cinco meses esperando», denunció la alcaldesa, al tiempo que criticó el «agravio comparativo» con otras poblaciones. «No entendemos cómo Infraestructuras pone un autobús de Alcàsser a Silla (ambos gobernados por el PP) para hacer uso del tren de cercanías y a los vecinos de Picassent no les facilitan nada las cosas. Sinceramente, con estas medidas, o no creen en el transporte público, o sólo atienden a los que a ellos les interesa», afirmó.

Y eso pese a que la localidad cada vez aporta más viajeros. «El año pasado, más de 280.000 pasajeros eran del municipio, un 3,4 % más que en 2013; una cifra que aún crecería más si Picassent tuviese un servicio como corresponde», dijo García. Y, mientras, el ayuntamiento «tiene que aumentar cada año» (40.000 ? en 2015) la partida para subvencionar el transporte a los estudiantes de ciclos superiores.