La comarca de l'Horta Sud ha quedado seriamente afectada por la crisis económica, al basarse gran parte de su economía en la producción industrial. Para reactivar el sector, los principales partidos políticos coinciden en que hay que apostar por modernizar los polígonos y mejorar las infraestructuras y dotaciones. Así lo manifestaron con distintos matices los representantes políticos en el debate organizado por el Foro Empresarial de l'Horta Sud, que se celebró el martes en Florida Universitaria y que estuvo moderado por la subdirectora de Levante-EMV, Isabel Olmos. La diputada Verónica Marco, por el Partido Popular; la candidata María José Mira, por el PSPV-PSOE; el portavoz en las Corts de Compromís, Enric Morera, y el cabeza de lista de Esquerra Unida, Ignacio Blanco, debatieron durante tres horas en Catarroja.
Mientras los partidos de izquierdas culparon al PP de haber «machacado» al sector industrial por haber apostado por las políticas de grandes eventos en lugar de defender los sectores estratégicos valencianos y el «verdadero» tejido productivo, Marco defendió las inversiones en comunicaciones que se han realizado. Respecto a las propuestas, apostó por facilitar la conciliación laboral a través de guarderías en los polígonos.
El PSPV propuso la creación de la Agencia Valenciana de la Innovación para asesorar a las pymes, y la solicitud de fondos europeos para el Plan Estratégico Valenciano 2015-2020. También planteó un censo de polígonos que facilite información a las empresas que quieran instalarse y la necesidad de reforzar la seguridad ante el desmantelamiento de naves que se está produciendo.
Esquerra Unida abogó por un plan de reindustrialización adaptado al momento actual y de recualificación de las personas, además de hacer que el Institut de Finançament Valencià «cumpla con sus competencias» mientras «a largo plazo» se recupera una banca pública a la que acudan los empresarios. Blanco desterró el término «emprendedor» porque «se le traslada al trabajador toda la responsabilidad y la administración también la tiene».
Compromís consideró que los polígonos han de tener una personalidad jurídica para que la pertenencia a las asociaciones empresariales de cada zona no sea voluntaria, propuso recuperar naves industriales abandonadas para crear viveros para emprendedores, mancomunar servicios entre polígonos y desarrollar un plan para el comercio de proximidad. En el terreno agrícola, Morera dijo que la huerta «no es un solar» y hay que hacerla viable permitiendo que los agricultores tengan una renta digna, al colocar sus productos de forma directa en los mercados de proximidad.
PSPV, Compromís y EU criticaron que la falta de un plan estratégico ha hecho que prolifere un polígono en cada pueblo sin servicios apropiados, además de lamentar que en su día el PP «se cargara» el Consell Metropolità de l'Horta (CHM). Por ello, reclamaron un organismo que gestione territorio, residuos y suministro de agua. Marco, por su parte, dijo que el CHM no servía en su día «para nada y sólo generaba gasto», por lo que defendió el modelo de mancomunidades. Todos coincidieron en que el principal escollo para invertir es un modelo de financiación por el que los valencianos pagan más de lo que reciben y arrastran un déficit de 14.000 millones de euros.
