Vecinos de un edificio de la calle Espigol, en la urbanización de Valterna situada en Paterna, han denunciado que el ayuntamiento lleva años sin solucionar el problema que tienen en los desagües, ya que han sufrido diez inundaciones en otros tantos años debido a la mala canalización de las bajantes de las aguas pluviales y fecales de la finca.
Una situación que reconoció el propio consistorio en 2010 pero que sigue sin solucionarse, según han advertido hasta 40 residentes en instancias «sin respuesta», donde recuerdan su problema para exigir «una solución inmediata», tal como asegura el matrimonio formado por Miguel Ángel y Cristina, dos afectados «tras una larga y desesperada espera».
Desde la empresa Aigües de Paterna se llegó a realizar un presupuesto de unos 14.000 euros para solucionar el problema, informando que era competencia del ayuntamiento. En julio del pasado año, la edila de Servicios, Marisa Ferre, responde a sus quejas que la empresa mixta de aguas «está actualizando el presupuesto y será la Corporación, la que decida cómo financiar la ejecución de las obras». Pero desde entonces «ya no ha existido más información pese a nuestras peticiones», añaden los vecinos.
Las dos soluciones pasan por una conexión de la salida de lo los patios «ingleses» a la red de pluviales de la calle, y ya en la parte inferior, independizar la red de pluviales y residuales, que ahora están unidas. Además, Miguel Ángel expone a Levante-EMV que se deberían haber construido cuatro salidas de agua y solo hay una». La construcción data de 202, cuando aún se podía ejecutar una conexión conjunta de aguas pluviales y fecales.
«La situación es insostenible. Vivimos en pisos que cada dos por tres se inundan con aguas fecales», recuerdan los residentes de la Comunidad de vecinos en los números 13 a 21. En otoño del pasado año sufrieron la última inundación. «Son diez años y diez inundaciones con aguas fecales cada vez que cae una tormenta. Luego la casa huele a cloaca durante días, por lo que exigimos una solución», declaró Cristina, que dice que cada vez que llueve «esperan lo peor» después de lo vivido.
Y es que a los desperfectos por las inundaciones „el agua ha llegado a una altura de hasta 40 centímetros en sus bajos y garaje„ se suma el incremento del coste de los seguros. «No es justo pagar impuestos de Bienes Inmuebles para ver como las viviendas se inundan y se llenan de mierda cada vez que cae una tormenta», recogen en la instancia los vecinos, que tras presentar el martes sus últimas exigencias, hoy serán atendidos por la alcaldesa Elena Martínez.
