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Los ancianos del geriátrico estaban solos porque libraban las dos trabajadoras

La conselleria ha cerrado cautelarmente el centro de Paterna e inicia un expediente sancionador

Los ancianos del geriátrico estaban solos porque libraban las dos trabajadoras

El estado de abandono en el que se encontraban los seis ancianos que el miércoles por la tarde fueron desalojados de un geriátrico de Paterna fue producto de la considerable falta de personal que arrastraba dicha residencia de la Canyada, que en la actualidad únicamente contaba con dos trabajadores y justo ese día ambas habían librado a la vez. A todo ello se sumó que la gobernanta del centro y un operario de mantenimiento, que ni siquiera tenía contrato, fueron encontrados totalmente ebrios y en unas condiciones que hacen pensar que durante horas nadie prestó atención alguna a los internos.

Así, de esta forma nadie cambió los pañales de los ancianos ni les dio de comer. Además, teniendo en cuenta que son personas muy dependientes, de entre 85 y 90 años, su estado al llegar el familiar que dio la voz era muy preocupante. «Podía haber pasado una desgracia», asegura Vicente, quien al ver cómo tenían a su madre y al resto de internos alertó inmediatamente a la Policía y al responsable de una residencia próxima para llevársela enseguida de allí.

Además de la falta de higiene y del mal olor que se respiraba en las instalaciones de la residencia por la supuesta dejadez de sus responsables, a este familiar le causó indignación el estado de embriaguez que presentaba la responsable de la residencia y un trabajador. «Estaban borrachos como cubas, no podían ni articular palabra».

Agentes de la Policía Local de Paterna y de la Policía Nacional, así como de la Autonómica, se trasladaron al lugar y comprobaron in situ el deplorable estado en el que se encontraban los ancianos, con los pañales mojados y chorreando y algunos de ellos babeando. Además, había excrementos del perro en el suelo de los pasillos y la suciedad se acumulaba en la cocina.

La gobernanta de la residencia, que se mostró altiva en todo momento y quiso restar importancia a lo sucedido, fue trasladada a dependencias de la policía y ha sido imputada por desatención de los ancianos allí internados, como ya adelantó ayer este periódico. Por su parte, la Conselleria de Bienestar Social ha acordado la suspensión cautelar de actividad de esta residencia de la tercera edad situada en la Canyada y ha iniciado un expediente sancionador.

Iba a ser desahuciada

La actual responsable de la residencia y única imputada por el momento iba a ser desahuciada en breve por el propietario del complejo a quien alquiló las instalaciones el pasado mes de noviembre. «Iban a tirarla ya porque no le pagaba el alquiler y poco a poco se había ido quedando sin trabajadores ni enfermos», explica el familiar de una de las internas. De hecho, otro familiar explica que el verdadero dueño de la residencia, que dirige otro geriátrico en la Canyada, ya lo tenía alquilado a otras personas y que ese mismo días éstos se presentaron allí para ver las instalaciones y se encontraron con todo el follón.

Estas mismas fuentes incluso sostienen que el anterior propietario «era conocedor de la situación en la que se encontraban los ancianos» y que por ello acudió rápidamente al lugar. «Fueron a tapar no a salvar, ahora que no quieran ser los héroes», añade indignada una mujer, familia de uno de los internos, haciendo referencia a la vinculación del dueño de la residencia donde fueron reubicados los ancianos con el geriátrico cerrado ahora.

La Policía Nacional tomó declaración ayer al médico que solía acudir a diario a la residencia y éste argumentó que desde el punto de vista médico estaban bien cuidados y que ninguno de los ancianos tenía signos de desnutrición.

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