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Alboraia

Una familia logra que su hijo con un trastorno de lenguaje pase al instituto

Los alumnos con adaptación curricular, como Jaime, repiten por norma La movilización social ha permitido que el estudiante, «de notable», promocione

Una familia logra que su hijo con un trastorno de lenguaje pase al instituto

La lucha de una familia de Alboraia para que su hijo, de 11 años y con un Trastorno Específico del lenguaje (TEL), pudiera pasar de curso e ingresar en el instituto en septiembre, como el resto de sus compañeros de 6º de primaria del CEIP Cervantes, ha terminado en victoria. Con un expediente académico impecable, con «todo notables e incluso algún sobresaliente», como resalta Eva -la madre-, la normativa impedía que Jaime promocionara a 1º de ESO, obligándole a repetir curso y compartir pupitre con alumnos que ejercían acoso sobre él.

La explicación que brindó el inspector educativo encargado del caso fue que, por norma, los alumnos que tienen una Adaptación Curricular Individualizada (ACI), como es el caso de Jaime, deben repetir un curso «para que el niño madure». El estudiante solo tiene ACI en una asignatura, en concreto en la de valenciano.

«Jaime tiene notables en todo, e incluso algún sobresaliente. Da el mismo temario que el resto de sus compañeros, hace los mismos exámenes, tiene los mismos libros, todo igual. ¿Por qué si lo tiene todo aprobado y con nota debe repetir y algunos compañeros con algunas suspendidas, sí que pasan al instituto?», se pregunta Eva.

La decisión de promocionar a Jaime y hacerle pasar de curso se dio después de muchos tiras y aflojas. Hace tres semanas aproximadamente el centro comunicó a los padres que su hijo podía acudir a un instituto con aulas CyL, unidades específicas experimentales con una ratio baja (8 alumnos) que se encuentran enclavadas dentro de colegios públicos ordinarios, y cuyos alumnos comparten la jornada entre el aula CyL y su aula ordinaria. Sin embargo, hace pocos días la situación cambió por completo.

«Nos indicaron que no podía pasar de curso. Rápidamente nos pusimos en contacto con el inspector, quien ratificó la decisión, alegando que en la Lomce es obligatorio que repitan curso quienes tienen ACI. Sin embargo, tras una entrevista con el niño y tras ver que sus notas eran reales y que tiene el mismo nivel que cualquier otro de sus compañeros, decidió darle una oportunidad», narra Eva. Así, se pusieron de nuevo a buscar centro, hasta que volvieron a echarse atrás. Sin embargo, a la tercera fue la vencida, y gracias a la movilización de la familia en las redes sociales y de los profesores en el centro, finalmente Jaime pasará al instituto, como el resto de sus compañeros.

Un genio en matemáticas

El trastorno del lenguaje afecta a Jaime sobre todo con la expresión oral. «Con el valenciano empieza a formar frases. En líneas generales, le cuesta entender las frases hechas, expresiones que se las toma de forma literal. Pero en matemáticas, por ejemplo, es un genio», explica la madre. Este desorden «específico» no puede explicarse en términos de una discapacidad intelectual, un déficit auditivo o motor o un trastorno generalizado del desarrollo, según los expertos. En el caso de Jaime, por ejemplo, «le ha dado con el valenciano, pero en inglés no tiene ningún problema porque lo entiende como una ecuación», detalla Eva, quien matiza que no es un caso de discriminación lingüística y que en su casa son todos valencianohablantes.

La adaptación curricular en esta materia permite a Jaime realizar exámenes con los enunciados de las preguntas más simplificados y en letra más grande. «Pero ahí termina la adaptación, el resto lo hace todo como sus compañeros», insiste Eva. «Jaime es consciente de su situación y se esfuerza mucho. Lo que a otros les cuesta una tarde, a él una semana. Por eso es injusto frenarle ahora, después de tanta dedicación y sacrificio», añade.

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