La unificación de los clubes de fútbol Torrent CF y Ciutat de Torrent —técnicamente el segundo se ha integrado en el histórico— tendrá más consecuencias para el municipio que la mera unificación de dos entidades. La gestión del campo de fútbol Sant Gregori A y B va a pasar de estar en manos del Ciutat a estar controlada por una empresa privada.

Así lo acordó la junta de gobierno del Ayuntamiento de Torrent el pasado 18 de mayo, seis días antes de las elecciones, cuando aprobó autorizar al club de fútbol a traspasar la gestión a la mercantil Sport Management Siglo XXI. Esta decisión se tomó a raíz del escrito presentado por el tesorero del Ciutat, Ricardo Bellver, en el que pedía el correspondiente permiso al consistorio. La decisión no sólo incluye ceder la dirección de este recinto deportivo por el tiempo que quedaba, que era hasta el 31 de julio de 2015, sino que se prorroga un año.

Según el acta de la junta de gobierno, la cláusula 28 del pliego de condiciones por el que en julio de 2013 se adjudicó la gestión del «servicio público deportivo para el fomento del deporte de base en las instalaciones deportivas municipales Sant Gregori A y B» al Ciutat, a través de la modalidad de concesión administrativa, establece que «el contratista podrá ceder válidamente los derechos que nazcan de la adjudicación, siempre que se cumplan las condiciones» que marca la ley de cesión de contratos. Entre ellas estaba que se hubiera consumido el 20% del período por el que se adjudicó, lo que se había superado ampliamente.

Dado que la directora de la Oficina Presupuestaria del ayuntamiento emitió un informe favorable, se autorizó la cesión. «Se comprobó la solvencia económica y técnica de la empresa, por lo que no teníamos motivo para oponernos», explica el concejal de Deportes, Enrique Carratalà.

Con todo, los socialistas de Torrent han criticado el «oscurantismo» con el que el gobierno local ha realizado el proceso y han pedido a Carratalà que dé explicaciones públicas. Además, el portavoz Andrés Campos ha recordado que cuando se adjudicó la gestión del campo al Ciutat, el procedimiento fue puesto en cuestión por el otro club que históricamente la tenía tras ser apartado del proceso por no considerarse lo suficientemente solvente. Por ello, el Torrent CF interpuso un recurso contencioso-administrativo.

Por todo ello, Campos cree que «el gobierno local debe dar explicaciones para que no haya suspicacias en un momento tan importante para ambos clubes, a los que felicitamos por la fusión». Otro aspecto sobre el que Campos ha mostrado sus dudas es el hecho de que la empresa se constituyó el pasado 1 de abril, apenas mes y medio antes de que se le traspasara la gestión. «Puede que sea la mejor opción, pero hay que explicarla y los clubes tienen que ser los protagonistas», opina.

Por su parte, Carratalà indica que se aprobó traspasar la gestión en lugar de esperar a que acabara el plazo y volver a licitar el servicio, porque «el Ciutat, al integrarse en el Torrent CF va a desaparecer y jurídicamente quedaba en un limbo». Además, «las dos entidades se han unido en lo deportivo pero no le hemos traspasado automáticamente la gestión porque aún quedan cosas por limar desde el punto de vista jurídico de la nueva entidad, al igual que cómo quedarán los derechos previamente adquiridos por el Ciutat con esta concesión, dentro de la nueva entidad».