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«Nuestras exigencias eran justas»

Los padres de CEIP Ciudad Cremona se muestran contentos, pero con «cautela», tras el anuncio de que la Conselleria de Educación reactivará las líneas de Infantil y eliminará los barracones

«Nuestras exigencias eran justas»

«Tots som Cremona», han repetido hasta la saciedad los padres de los alumnos de este colegio de Alaquàs y ahora parece que sus reivindicaciones han sido escuchadas. Tras meses luchando contra el cierre de las aulas de infantil de este colegio decretado por el PP, ayer se despertaron leyendo en Levante-EMV las declaraciones del nuevo secretario Autonómico de Educación, Miguel Soler (PSPV), donde decía que el CEIP Cremona se iba a mantener y a construir. «Nos ha pillado de sorpresa » afirmaba el presidente de la AMPA, Manolo Cebrián.

Pese a la buena nueva, la alegría todavía es contenida. «Hasta que no lo vea, no me lo creo», decía Mónica Gil, madre de dos alumnos. Asimismo, la presidenta de la asociación Tots Som Cremona (TSC) llamaba a la cautela: «Esperamos que sea una realidad. Por lo menos ya vemos que hay un cambio de voluntad política».

Y es que el «tira y afloja» con la exconsellera de educación Mª José Català ha sido constante. «Ella mismo reconoció a los sindicatos que lo que había tomado era una decisión política. Al haber hecho tanto ruido mediático con nuestras reivindicaciones, aseguraba que si nos daba la razón, tendría que ceder también con los demás », cuenta el vicepresidente de la AMPA, Juan Carlos Ponce. Pero también algunas dudas rondaban las mentes de los padres: «la construcción del colegio está presupuestada en seis millones de euros, ¿de dónde lo van sacar?», se preguntaba Ponce.

Además, también se enteraban de que las tres aulas para alumnos de 3 años iban a ser reabiertas y la de 4 años mantenida. «Estoy muy contenta de que Ximo Puig haya cumplido sus palabras del discurso de investidura. La lucha de la comunidad educativa ha cobrado vida en forma de colegio», expresaba la implicada alcaldesa de Alaquàs, Elvira García.

De este modo, habrá hermanos que por fin podrán ir al mismo colegio. «Ahora se puede comprobar que lo que Català tenía con nosotros era algo personal», afirmaba Mónica Gil. «Además, nuestras exigencias eran razonables y justas», añaden desde TSC.

Es el caso del vicepresidente de la AMPA, que tenía matriculados a un hijo en el Cremona y a otro en el Vila de Alaquàs. «Esto nos beneficia a todos. A mí, para unir a mis hijos y a los demás colegios pasara desmasificar las aulas», subrayó.

Los padres preparan ahora la celebración de la decisión. «El primer día de clases le haremos a los niños un paseíllo a su entrada», cuenta Mónica Gil. Aún queda ver cómo avanzan los acontecimientos pero, por el momento, la presidenta de «Tots som cremona» asegura que «los corazones naranjas están contentos».

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