El Ayuntamiento de Burjassot, a través de la Concejalía de Sanidad, ha puesto en marcha una campaña de «recordatorio y sensibilización sobre la prohibición del uso del azufre en la vía pública» para ahuyentar a los perros. Tal como contempla la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, depositar azufre en las esquinas de la fachada de las casas y otros lugares de la calle, con el objetivo de evitar que los canes orinen, «está prohibido y, por tanto, el incumplimiento de esta norma lleva la consecuente sanción impuesta que, en este caso, al ser una infracción leve, lleva consigo una multa de entre 60 y 300 euros».

Según fuentes municipales, hasta el momento «no se ha impuesto ningún sanción» por el uso de esta sustancia en la vía pública ya que, en principio, la «campaña es informativa» y, además, «ningún ciudadano o colectivo ha presentado una denuncia formal» ante el consistorio. No obstante, «a través de las redes sociales, algunos vecinos ya han mostrado su malestar por la situación y de alguna manera, con sus quejas, contribuyen a concienciar a la ciudadanía».

Resulta muy molesto encontrar orines de perros a las puertas de las viviendas o distintas clases de local, pero «recurrir al azufre no es la solución» para alejar a los animales, amén de constituir una práctica penalizada. En su campaña, la Concejalía de Sanidad advierte de que este elemento químico —amarillo y de olor agrio— es «tóxico y perjudicial para las mascotas y, además, su uso es inútil y no existe evidencia científica del efecto de esta sustancia como repelente».