«Cuando disponían de dinero, nos llamaba para que emitiéramos parte de las facturas pendientes por los servicios prestados para abonar lo que podían», dice la empresa en sus alegaciones para añadir que «dio un margen de confianza» al consistorio y siguió trabajando «a pesar de que se nos debía mucho dinero». La firma asegura que dar por prescritas las facturas es un «abuso de poder» y que si no cobra puede cerrar». l.s. torrent