Un total de 3.000 masclets de diferentes calibres, 60 petardos voladores, 20 tracas chinas, un terremoto final y mucha pasión son los ingredientes que utilizaron ayer los paterneros en su «mascletà» manual. Con ella marcaron el inicio de sus fiestas patronales.
Antes de comenzar, los tiradores formaron filas creando un círculo que dejaba en el centro al que hizo las veces de director de orquesta: el presidente de Interpeñas, César Andreu. «Somos 16 peñas las que nos dedicamos a la pólvora. Aquí hay mucha gente a la que el fuegos nos llena, es difícil de explicar», describió Pepe Uguet del colectivo «Els que faltavem».
En cuanto sonó la primera traca, los tiradores comenzaron a prender «masclets». El delegado de prensa de Interpeñas, Juanjo Campos, explicó que, a partir de ese momento, consiste en hacer estallar todos los que se puedan. «Es un subidón increíble, puedes notar el golpe cuando explotan». Fueron unos minutos de estruendo constante que los vecinossiguió con gran espectación en la plaza del Pueblo, pero tras la valla.
Después atronó el terremoto y fue cuando los tiradores tuvieron que dejar de quemar pólvora para poner punto y final. «En el momento en el que se indica que ya acaba solemos tirar un par más. Siempre nos rezagamos un poco porque no queremos que acabe», aseguró Pepe García de la Peña Cohete borracho.
Este es solo uno de los numerosos actos relacionados con el fuego que se celebrarán estos días en paterna y es que —como aseguró Antonio Fernández de Peña La Pólvora— «las fiestas de Paterna no se entienden sin la pólvora. Al que es paternero de cuna, el fuego le corre por las venas».
