En el día grande de Paterna se quemarán unos 1.000 kilos de material explosivo. Por ello, más de 130 policías y 40 voluntarios de Protección Civil tendrán que velar por el buen desarrollo de la fiesta. A ellos se les sumarán 60 personas dentro del recinto acotado de la calle Mayor que no tirarán cohetes, sino estarán pendientes de sus compañeros. También habrá encargados de controlar el equipamiento de los tiradores y de comprobar que las puertas y ventanas de la zona estén bien selladas. Todas estas medidas se aprobaron ayer en la reunión de coordinación que se celebró en el ayuntamiento, presidida por el alcalde, Juan Antonio Sagredo, y con la presencia del Delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.

Como novedad, este año se realizará un simulacro de evacuación de la Cordà horas antes de celebrarse, durante el Pasacalle de Cohetes de Lujo. «Se encenderán las luces en el momento en el que la calle está llena de humo y ruido para comprobar si la gente se da cuenta de que hay que parar de tirar», explica el «coeter major», Toni Monrabal, el «Cotito». Además, la zona de fuego se amplía unos metros. Y, como cada año, se marcará la calle para diferenciar las zonas de riesgo de las seguras.

Pero esta fiesta no es solo para las personas que están en contacto directo con el fuego. También es para el pueblo. Por ello, los paterneros podrán seguir la Cordà en directo a través de una pantalla gigante que montará el consistorio en la puerta del ayuntamiento.

Tras la reunión, las autoridades de Paterna y el delegado del gobierno, Juan Carlos Moragues, comprobaron las medidas visitando la calle Mayor y el Cohetódromo. Sagredo insistió en que es fundamental cuidar la cantera para que perviva la Cordà.