El equipo de gobierno de Alaquàs, que preside la socialista Elvira García, evitó ayer entrar a valorar la decisión de la clavaría de la Mare de Déu de l'Olivar de que hoy suene el Himno de España en la procesión de la patrona. Según explicaron ayer fuentes municipales, un pacto que se remonta al año 1979 por el que el consistorio se comprometió a no tomar decisiones sobre los actos religiosos que se celebren en la localidad y que sean únicamente las clavarías y los párrocos quienes se encarguen de la organización y pormenores de este tipo de actos.
«El ayuntamiento no puede ni prohibir ni permitir nada, ni dar su opinión. Sería una falta de respeto a los clavarios, que son los que tienen que tomar las decisiones», subrayaron las fuentes municipales.
Así pues, esta tarde, y por primera vez desde hace más de diez años, la Marcha Real volverá a ser interpretada por la Unió Musical d'Alaquàs (UMA) a la salida de la Mare de Déu de l'Olivar en procesión. Tal como contó ayer Levante-EMV, los clavarios de este año decidieron, tras una votación interna, incluir en el contrato presentado a la UMA para que acompañara musicalmente los actos religiosos y festivos, la obligación de interpretar el himno nacional. Según explicó el clavario mayor, Paco Martínez, esta imposición no tiene carácter político sino que responde al deseo de un grupo de clavarios de recuperar la composición «como se hacía hace años».
Efectivamente, la UMA decidió hace más de diez años, y con acuerdo de los tres párrocos que había entonces en el municipio, no tocar la también conocida como «marcha granadera» en actos religiosos, ya que no era obligatorio y chocaba contra la separación entre Iglesia y Estado. Por eso, la obligación contractual de tener que interpretarla esta tarde el Himno de España ha provocado algún debate entre los músicos. Ha sido la junta directiva de la UMA quien aceptó esta decisión «aunque no ha sido plato de buen gusto», según señalaron fuentes de la sociedad musicial, quienes también apuntaron que habrá que esperar a hoy para saber si algún músico se niega a tocar cuando salga la patrona.
