La Generalitat Valenciana ha impuesto una sanción de 62.000 euros a la empresa Gestión Medioambiental de Residuos S.A. (Gemersa) por los incendios y residuos acumulados en la planta de tratamiento de residuos que esta firma puso en marcha hace años en la partida de la Contienda de Torrent.
La dirección general de Cambio Climático y Medio Ambiente, en manos María Diago, ha multado a la firma con esta fuerte sanción tras las quejas vecinales y la inspección que realizó el ayuntamiento de Torrent durante el verano, donde se comprobó que la puerta estaba abierta. La empresa se encuentra inmersa en un proceso concursal.
El consistorio alertó a la Generalitat del incendio sufrido en julio y los olores en las inslatalaciones. Al margen de la sanción, la dirección general también exige la restauración consistente en la retirada de todos los residuos acumulados en las instalaciones para evitar más fuegos y fuertes olores, así como su entrega a un gestor autorizado que se deberá acreditar ante el Servicio de Inspección Medioambiental.
Compromís per Torrent, a través de su portavoz Pau Alabajos, presentó el pasado julio una petición de inspección municipal sobre las condiciones de funcionamiento de la planta, inaugurada en 2008 por la exalcaldesa Maria José Catalá. El grupo valencianista se hizo eco de las denuncias vecinales de las calles Azorín, San Valerià, Barri de Sant Gregori, Mas de la Muntanyeta y zonas del Vedat.
El alcalde socialista Jesús Ros también se declaró «harto» de los incendios y compartía las quejas vecinales, aunque precisó que pese a las inspecciones municipales la competencia para actuar era de la Generalitat.
Más de 10.000 firmas
La movilización vecinal contra la planta llegó a contabilizar más de 10.000 firmas recogidas en la plataforma change.org a raíz de la iniciativa de un ciudadano que exigió la clausura definitiva de la planta de Gemersa. En su reclamación se advertía: «es imposible convivir al lado de una montaña de basura de 25 metros de altura que ocupa una superficie de unos 17.000 metros cuadrados, compuesta principalmente por plástico y otros derivados del petróleo altamente combustibles».
Según los vecinos se registrarn hasta tres grandes incendios en los últimos años cuyas causas se desconocían. «Los constantes y espontáneos incendios y emanaciones de humo tóxico que producen están generando una grave situación de alarma social entre los vecinos, ya que cada vez que se reproduce el incendio los servicios de emergencias han de evacuar a los vecinos más próximos, entre los cuales hay niños muy pequeños», alertaba Alfonso Domínguez en su petición ante la Generalitat, también dirigida a la Fiscalía de Medio Ambiente. Los ciudadanos no entendían que la administración no controlara la actividad tras darle la licencia.
