Doce municipios firmaron ayer un manifiesto en defensa del barranco del Carraixet y para exigir a las administraciones públicas y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que ponga los medios necesarios para que esté en buenas condiciones.

El Ayuntamiento de Olocau reunió a alcaldes y ediles de los municipios por cuyos términos municipales discurre el barranco y sus afluentes para aunar fuerzas y solicitar ayuda urgente.

En una misma mesa de trabajo estuvieron dialogando los representantes de Olocau, Bétera, Vinalesa, Alboraia, Moncada, Almássera, La Pobla de Vallbona, Nàquera, Tavernes Blanques, Bonrepòs i Mirambell, Alfara del Patriarca y Gátova. La alcaldesa de Marines, que no pudo asistir, se ha sumado a las peticiones.

Tras exponer la situación actual de sus barrancos y sus necesidades, todos se manifestaron a favor de unir sus fuerzas para que esta reivindicación histórica sea escuchada y se tomen medidas.

Miedo a la gota fría

«No podemos tolerar ni un segundo más que nuestros barrancos estén descuidados, convirtiéndose en puntos clave donde se producirán inundaciones cuando llegue la gota fría o en transmisores de las llamas cuando nos afecten los incendios», dijo el alcalde anfitrión, Antonio Ropero.

El mandatario advirtió de que «es ahora cuando hay que llevar a cabo las actuaciones y no lamentarnos después cuando las consecuencias sean mayores». El resto estuvo de acuerdo en presentar una moción en sus ayuntamientos defendiendo estos espacios, así como solicitar una reunión con la presidenta de la CHJ, María Ángeles Ureña Guillem. Además, los alcaldes y concejales se comprometieron a seguir trabajando y ofrecer soluciones para el barranco.