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Agricutura

Silla suspende temporalmente la quema de la paja de arroz para que no genere humo

El consistorio, que espera unos permisos específicos por su cercanía a la masa forestal de l'Albufera, advierte que controlará los fuegos «de manera estricta»

Silla suspende temporalmente la quema de la paja de arroz para que no genere humo

Silla ha suspendido temporalmente las quemas selectivas de la paja del arroz tras la intensa humareda que el sábado invadió la población. El ayuntamiento, que no levantará el veto hasta que Agricultura conceda los permisos especiales requeridos en diversos «tancats» por su cercanía a la masa forestal del Parque Natural de l'Albufera, pretende controlar de esta forma que los incendios se realicen «respetando todos los requisitos que exige» el ente autonómico. Al cierre de esta edición aún no habían llegado las autorizaciones, aunque el consistorio estaba «pendiente» de recibirlas «en cualquier momento», según detalló el alcalde, el socialista Vicente Zaragozá.

En cuanto arriben los permisos al Ayuntamiento de Silla, éste levantará el bloqueo de modo automático, aunque el mandatario quiso advertir ayer a los agricultores que la guardia rural controlará «de manera exhaustiva» todas las quemas „activas legalmente desde el pasado jueves, 1 de octubre„ y que, «si alguien no cumple, se podría exponer a ser sancionado por una falta» administrativa.

La intención municipal es que los fuegos se retomen lo antes posible «para aprovechar el viento de poniente y las pocas horas que quedan de buen tiempo». Y es que, a partir del jueves, la predicción meteorológica anuncia lluvias en el litoral, unas precipitaciones que finiquitarían durante algunos días los incendios selectivos, por lo menos hasta que la paja del arroz se secase por completo.

La prohibición de quemar en Silla se hizo efectiva el domingo después de que, el sábado, el jefe de la guardia rural tuviese que parar el fuego en un «tancat» por el humo que «éste y otros incendios activos en El Palmar» provocaron. Tras el incidente, los vigilantes forestales se dedicaron durante toda la mañana siguiente a «advertir verbalmente a los agricultores de que, por orden municipal, no se podía quemar» hasta nuevo aviso. «La humareda era enorme y provocó muchísimas molestias entre los vecinos „relató Zaragozá„ porque las condiciones no eran, ni mucho menos, las idóneas» para acometer los fuegos.

Para prender los restos de la cosecha del arroz es necesario que sople viento de poniente „se lleva el humo hacia el mar„; que sea por la tarde, concretamente a partir de las 16 horas, lo que garantiza que la paja ya no guarda la humedad del rocío nocturno; y que los rastrojos estén totalmente secos para facilitar que ardan con rapidez y generen el menor humo posible.

«El sábado la única condición que se cumplía era la horaria, puesto que el resto se las saltaron a la torera», insistió el alcalde. Las quemas selectivas de ese día se produjeron a partir de las siete de la tarde, pero con la paja del arroz húmeda como consecuencia de la ligera lluvia que había caído por la mañana.

La autorización de Agricultura para prender los «tancats» únicamente se produce en dos casos: cuando en estos se generan malos olores por la putrefacción de la paja del cereal o porque las parecelas están afectadas (o corren riesgo de estar) por Leersia oryzoides, una hierba invasora.

Sí hay fuegos en la Ribera

Con esa autorización, que permite una mayor laxitud en la aplicación de la norma y también incendios en una mayor superfice, los arroceros de la Ribera han comenzado ya a quemar los primeros rastrojos tras la siega del cereal. Las quemas comenzaron ayer mismo en determinados puntos.

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