Personal de la Brigada Municipal del Ayuntamiento de Burjassot, junto a operarios de Imelsa, han iniciado las labores de adecuación del Jardín de la Dehesa del Castell de San Juan de Ribera para su posterior apertura al público, tal y cómo se acordó tras la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Burjassot y el Colegio Mayor. En el documento, el consistorio se hacía responsable de la limpieza y adecuación de la zona verde antes de su apertura al público. Lo hacía como medida imprescindible de seguridad para los visitantes, ya que el espacio no había sido nunca abierto al público y necesita un profundo trabajo de acondicionamiento.

Tras la visita del alcalde de Burjassot, Rafa García, junto a concejal de Servicios Municipales, Manuel Lozano, y los técnicos de la Brigada Municipal, Jose Vicente Zaragoza, y Paisajismo, Miguel Gibaja, el mandatario ha expresado su alegría "por el inicio de estas labores de adecuación, ya que son el pistoletazo de salida a otro de los grandes retos de Burjassot: hacer visitable un espacio que siempre había estado cerrado al público y que queremos recuperar para la ciudad y sus vecinos. Seguimos avanzando y esperamos que cuando acaben estas tareas, podamos hacer realidad un proyecto tan ilusionante para todos". García también ha aprovechado para "agradecer la colaboración que en todo momento se está prestando desde el Colegio Mayor para ejecutar los trabajos y desarrollar el convenio".

Tras el proceso previo de inspección del espacio por parte de los técnicos municipales, se ha llegado a la realización de un informe de tareas a desarrollar, según han indicado fuentes municipales. Las conclusiones del informe detallan que es necesario limpiar el monte, podar desde el suelo (incluido el uso de pértigas) todo el parque, refaldar arbolado y arbustos, recortar en altura los arbustos que se encuentran ahilados y eliminar los rebrotines o, lo que es lo mismo, proceder al aclareo del monte. En concreto, se han de retirar ejemplares de Ligustrum japonicum que han aparecido de forma espontánea y que amenazan con apoderarse del resto de la vegetación. Asimismo, hay que limpiar de hojas de palmeras el espacio, astillar o triturar los restos de podas y extenderlos por el jardín, y realizar la poda en altura de varios ejemplares que presentan peligro de caídas de ramas o del mismo ejemplar. Los trabajos se alargarán durante aproximadamente cinco meses.

Todas las labores tienen como objetivo mejorar las condiciones de seguridad de las personas que puedan usar y disfrutar del parque con la vegetación en buenas condiciones sanitarias, ya que hay mucha madera vieja que se está pudriendo en los árboles, lo que eleva las posibilidades de aparición de insectos perforadores que incluso podrían pasarse a los artesonados de la edificación, agregan fuentes municipales.