¿Qué tal sus primeros cien días como alcalde?
Muy intensos. Pero las relaciones en el gobierno son buenas, las delegaciones se han repartido de manera natural y hay una dinámica de grupo y conjunto que nos da un balance positivo de estos cien días.
Una de las primeras cosas que denunció públicamente es la «herencia recibida»...
Sí, es que la situación económica de Foios es particularmente complicada. La mayoría de municipios tienen una economía muy saneada, con equilibrio presupuestario. Foios no está en esa situación. Es uno de los tres de l'Horta con desequilibrio y eso es una cuestión particular de gestión. Partimos con un déficit de más de 400.000 euros que tendremos que compensar en el presupuesto de 2016. Ya estamos trabajando para solucionar la desidia del anterior gobierno con los impuestos. El PP estuvo dos años sin enviar ejecutivas y se ha dejado de ingresar un millón de euros.
Precisamente, el anterior alcalde denunció al recaudador municipal por no cobrarlo todo...
Esa es otra cuestión que está en sede judicial. Nosotros hemos enviado toda la información de la que disponemos.
¿Pagarán los vecinos el déficit?
El déficit actual obliga a plantear un presupuesto con superávit. Pero, a parte, la situación es complicada porque el ayuntamiento pagaba con un año de diferencia a los proveedores. Nada más entrar me preguntaron si quería pagar las facturas en orden o a unos sí y a unos no, con lo que queda en evidencia cómo actuaba el PP. Tenemos que hacer un plan de estabilidad, que el anterior gobierno tenía pero no lo cumplió. Son cambios que piden esfuerzo y tiempo.
¿Se esperaba esta situación?
En la oposición denunciábamos la mala gestión pero no el desastre y despropósito que hemos encontrado. Espero que los vecinos no noten el plan financiero en recortes de servicios ni en incremento de impuestos. Confío en que sólo adoptando medidas de control de gasto y cobro podamos sacarlo adelante.
Parece que la economía lo es todo, como dice Rajoy...
No, pero ocupa mucho. También estamos haciendo modificaciones en las fiestas para evitar gastos innecesarios. Y fomentando la participación y comunicación. Y el urbanismo también es esencial, pero la plantilla actual es muy precaria y debería aumentarse. Es necesario para modificar el PGOU y que los polígonos sean beneficiosos para el municipio... En muchos años en Foios no se ha dado ni un paso para solucionar los grandes problemas.
¿Es difícil trabajar en un gobierno a tres bandas?
La garantía de estabilidad es dar un margen amplio de actuación a las otras delegaciones. Se debaten y se informa de los aspectos más relevantes, pero hay libertad plena y margen de maniobra.
El gobierno de Catarroja era muy similar al suyo y no ha llegado a los cuatro meses de vida...
El de Catarroja es un mal precedente porque puede tomarse como ejemplo, pero Foios es un modelo de todo lo contrario. El anterior gobierno era de un sólo partido pero había mucha menos unión. Estoy seguro que si seguimos trabajando como hasta ahora, si eliminamos susceptibilidades y damos juego, llegaremos juntos a 2019.
¿Y es un buen precedente el gobierno que formó Compromís con el PSOE hasta 2007?
Podría haberlo sido, pero un alcalde no tiene que tener miedo del protagonismo de sus ediles y debe compartir su protagonismo, y el anterior alcalde socialista no lo hacía. Yo haré por no caer en esos excesos.
¿«Bous» sí o «bous» no?
Ninguno de los socios de gobierno hemos hecho campaña contra los toros. Las peñas saben que no han de tenernos miedo. Lo que queremos es regular las subvenciones, pero a todas las asociaciones incluidas a las peñas, y no pagar facturas más allá de lo establecido porque eso crea clientelismo.
¿Y procesiones sí o no?
Yo como alcalde no he presidido ninguna, pero quién ha querido ir ha ido y lo ha hecho en un lugar de honor. El consistorio no tiene capacidad de prohibición, eso lo ha de decidir la parroquia.
