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Una cofradía de Benetússer se vuelca en ayudar a un enfermo

El Ángel de la Pasión intenta recaudar 500 ? para un accidentado en Bolivia

Una cofradía de Benetússer se vuelca en ayudar a un enfermo c. a. p.

La Cofradía del Ángel de la Pasión de Benetússer se ha volcado en ayudar a Egberto Hoyos, hermano de la tesorera de la agrupación, quien hace poco más de un año fue atropellado por un autobús en su país natal, Bolivia. Desde entonces, el hombre ha tenido que soportar tres intervenciones quirúrgicas y una grave septicemia que, además de dejarlo al borde de la muerte, también ha vaciado los bolsillos de su familia dado que «allí la sanidad no es gratuita», explica su hermana Heidi.

Para colaborar en el tratamiento médico que necesita Egberto, la cofradía ha estrenado una campaña solidaria que la llevará a estar todos los sábados frente al local parroquial de Benetússer para solicitar a los viandantes «un donativo voluntario» a cambio de un pequeño lazo verde. Asimismo, el próximo domingo celebrará una jornada solidaria en el local de la Cofradía de Jesús Nazareno, donde se cocinará un plato típico boliviano —churrasco— y se montarán hinchables para recaudar fondos destinados a esta causa.

«Necesitamos 500 euros para los pernos que deben implantarle en los huesos de las piernas», señala la hermana del herido, quien pertenece a «una familia muy humilde sin recursos económicos» como para afrontar los gastos médicos. De hecho, la última operación «sólo costó 6.000 euros porque ni el cirujano ni el anestesista cobraron por su trabajo al saber de la situación de Egberto», añade. El dinero sirvió únicamente para pagar los hierros que había que implantarle en las piernas al herido.

Hasta ahora, la familia de Heidi en Bolivia y ella misma aquí han sido los sostenes económicos del hombre, de 48 años y con un hijo a su cargo, gracias a la venta ambulante de comida. «Empecé el 19 de septiembre de 2014 —recuerda la la mujer—; hacía pan con la ayuda de unos amigos y, luego, lo vendía casa por casa para sacar algo de dinero que enviar a mi hermano. Los parientes que están en Bolivia hacían algo parecido y así hemos podido ir pagando las operaciones», pero ya no pueden más, tanto que ni siquiera cuentan con capacidad para afrontar un nuevo desembolso de 500 euros.

Por eso, la cofradía ha decidido tomar cartas en el asunto y colaborar con la causa durante el mercadillo solidario que todos los sábados instala frente al local parroquial de Benetússer. Los beneficios del mercadillo se destinan de manera íntegra a la adquisición de una rayada —la figuración del destello que rodea el cáliz— para la cofradía, y los de la campaña del lazo verde son para Egberto Hoyos, tal como aclara Paco Parra, presidente y fundador del colectivo.

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