Doce años después de iniciar las obras del Edificio Multifuncional y ocho con ellas totalmente paralizadas, Silla retoma de nuevo los trabajos para acabar el proyecto, que exigirá un desembolso de dos millones de euros para poder entrar en funcionamiento. Hasta ahora hay dos millones invertidos en el inmueble, que, lejos de ser un punto de encuentro ciudadano en la localidad (vocación con la que nació), es refugio de ratas y suciedad en pleno centro del barrio de Molí de Magalló, cuyos vecinos «están más que hartos», según admite el alcalde, el socialista Vicent Zaragozà.
La previsión municipal es que el Multifucional abra sus puertas «a principios de 2017», tal como desvela el concejal de Proyectos, Josep Melero, de Compromís. Para ello será imprescindible que haya acabado el acondicionamiento del interior de la construcción, cuyo proyecto aún ni siquiera ha comenzado y que cuenta con un presupuesto de 1,6 millones de euros. «La licitación se hará, con toda probabilidad, en enero „añade el regidor„ y la ejecución de las obras empezará en verano».
Mientras, se llevará a cabo la urbanización el entorno, valorada en 316.000 euros y que consistirá en el «adoquinado y ajardinamiento» de la superficie. Pese a que el proyecto inicial contemplaba la construcción de una lámina de agua en uno de los extremos, finalmente se ha optado por eliminarla «porque no hay presupuesto suficiente para ejecutarla y mantenerla», aclara Melero. En su lugar, se aterrará el espacio y «tal vez se ajardine de manera provisional, aunque aún no hay nada seguro». Las obras comenzarán a principios de diciembre y tienen un plazo de ejecución de tres meses.
Un proyecto que no despegaba
Las obras del Multifuncional de Silla, tanto del interior como de su entorno, corren a cargo de los fondos de la Generalitat, puesto que ambos proyectos fueron incluidos en el llamado Plan Camps. El anterior equipo de gobierno local del PP modificó algunos planes originales y decidió acumular todos los fondos procedentes del Consell en acabar el edificio, cuya construcción comenzó en 2003 y que estaba paralizado desde 2007.
Pese a que el anterior ejecutivo autonómico dio luz verde a la propuesta municipal, «jamás se volvió a hacer nada» y el proyecto del Multifuncional se encontraba «durmiendo el sueño de los justos en un cajón de la conselleria», asegura el alcalde.
Al entrar el nuevo gobierno local, formado por un cuatripartito en el que están el PSPV, Compromís, EU y Silla En Democracia, el concejal de Proyectos y el mandatario retomaron el asunto y acudieron juntos a la Generalitat «para ver en qué situación estaba y por qué se retrasaba tanto su ejecución». Su sorpresa fue mayúscula cuando los técnicos del Consell les aseguraron que «pensaban que Silla ya no quería hacer el proyecto porque, en los últimos cuatro años, nadie se había interesado por él ni había movido absolutamente nada para llevarlo adelante», afirman Melero y Zaragozà.
Finalmente consiguieron desbloquearlo y, hace apenas unos días, el ejecutivo autonómico aprobó presupuestar las obras del interior del edificio. «Tener el dinero asegurado es garantía de que por fin se acabará el Multifuncional „explica el edil de Compromís„; ahora ya sólo hay que esperar unos meses a que se licite el proyecto, se elabore y se adjudiquen las obras», algo que calcula que ocurrirá el próximo verano.
De espacio diáfano a despachos
La ejecución del Multifuncional ha estado plagada de obstáculos durante los últimos años. El edificio fue ideado cuando Josep L. Pitarch aún era alcalde (2003-2007), pero la llegada de un nuevo inquilino a la Alcaldía, Francesc Baixauli, provocó la paralización del proyecto y su modificación radical, puesto que lo que iba a ser un inmueble diáfano para espectáculos y conciertos, se convirtió entonces en un espacio compartimentado repleto de pequeños despachos que, en teoría, se prestarían a los colectivos de Silla.
Con la arribada del PP al poder se retomó el proyecto original y se le intentó dotar de fondos, aunque «no se hizo nada más». Ahora, con el nuevo cuatripartito en el gobierno, el Multifuncional ha vuelto a desempolvarse y, «por fin „anuncian el alcalde y el concejal de Proyectos„, va a convertirse en una realidad».
