El Ayuntamiento de Massanassa enviará esta semana a los técnicos del departamento de Urbanismo para revisar la vivienda en la que el lunes falleció una anciana. La octogenaria perdió la vida al caer a un pozo cuando el suelo que tapaba la fosa cedió bajo su peso, al parecer por el mal estado en que se encontraba éste. Así lo anunció ayer Vicent Pastor, alcalde de la localidad, quien aseguró «desconocer por completo que la casa estuviese tan mal».

El mandatario remitirá estos días al arquitecto municipal «a fin de que compruebe si la vivienda está en condiciones» de mantenerse en pie. En función del informe que elabore el técnico, «el ayuntamiento actuará en un sentido u otro», anunció Pastor.

El accidente se produjo el lunes, cuando la mujer se encontraba vendiendo naranjas en el domicilio, ubicado en el número 56 de la avenida Blasco Ibáñez de Massanassa. Según explicaron algunos testigos y ayer confirmó el alcalde, la víctima «únicamente solía utilizar la zona más exterior de la casa», sin llegar a pisar el patio, donde estaba el pozo ciego por el que se precipitó. En el momento del siniestro su hijo estaba con ella en la vivienda. De hecho, nada más caer, éste, de 49 años, se lanzó a socorrer a su madre y se fracturó la tibia y el peroné.