La Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local de Paterna ha rescatado tres perros con evidentes síntomas de desnutrición y numerosas lesiones cutáneas, que se encontraban sueltos y sin vigilancia en una casa de campo de la partida de la Mola. Allí habían sido trasladado por su propietario desde un piso del casco urbano de Patena después de que los vecinos de esta vivienda se quejaran de las molestias por la presencia de los canes en el inmueble.
El dueño de los tres perros ha sido denunciado por la Policía Local y, según explicaron ayer fuentes municipales, se han abierto diligencias judiciales contra él por maltrato y abandono animal. Además, y según las mismas fuentes, el hombre podría ser enfrentarse al pago de un multa de hasta 12.900 euros impuesta por el propio consistorio.
Aún así, y pese a mantenerse la denuncia y el expediente administrativo para la multa, el ayuntamiento explicó que tras permanecer unos días en la protectora que gestiona el servicio municipal de recogida y custodia de animales, los perros han sido devueltos al propietario ya que éste ha asumido el coste del tratamiento veterinario al que los animales han sido sometidos tras el rescate, y ha regularizado su situación legal después de que los agentes comprobaran que carecían de seguro por posibles daños a terceros y de licencia para la tenencia de animales potencialmente peligrosos. Además, y después de que el propietario de los perros haya informado al ayuntamiento de su intención de trasladarse a otra ciudad, la Unidad de Medio Ambiente ha informado al consistorio de este municipio sobre los antecedentes del caso y la conveniencia de hacer un seguimiento del cuidado de los canes.
El hallazgo de los tres perros tuvo lugar a finales del pasado noviembre tras una inspección de la Policía Local en una casa de campo de la partida de la Mola. Según han explicado las fuentes municipales, los agentes de la brigada se desplazaron hasta allí como parte del seguimiento que estaban realizando sobre la situación de estos animales después de que varios vecinos de la calle Reyes Católicos hubieran denunciado molestias procedentes del piso en el que se encontraban anteriormente.
Los agentes comprobaron que no el propietario de la «caseta» no estaba, que el inmueble presentaba mucha suciedad, con numerosos excrementos de los animales sin recoger, y que los perros andaba sueltos y sin vigilancia. Eran tres ejemplares, un american staffordshire terrier macho y dos hembras mestizas, de dos años y nueve meses el primero y un año y cuatro meses las segundas.
Según recoge el informe veterinario, el staffordshire mostraba «una condición corporal muy pobre, con numerosas lesiones cutáneas», además de un grado de nerviosismo que demuestra una «posible falta de socialización». Por su parte, una de las hembras presentaba una «pésima condición corporal con relieves óseos prominentes y ligera distensión abdominal», además de síntomas de una enfermedad parásita en la sangre. El estado de la tercera perra era «deplorable» y sufría dermatitis descamativa y adenopatía generalizada»
