Godella lleva camino de convertirse en el municipio valenciano agroecológico por excelencia. Si desde hace seis años la Plaza de la Ermita acoge cada sábado un mercado en el que agricultores locales venden fruta y verdura cultivada de forma natural, los dos colegios públicos de la localidad han apostado también por la agroecología en sus menús para educar a los niños en la necesidad de llevar un dieta saludable.
Los CEIP Cervantes y El Barranquet son los centros que desde este curso ofrecen en sus menús diarios de comedor fruta y verdura ecológica. La iniciativa surgió entre la petición de algunos padres, la dirección del centro y la empresa contratada para el servicio de comedor, explica Amalia Gómez, directora del Cervantes.
Actualmente, unos 190 niños comen a diario en el Cervantes. El menú semanal ofrece tres días fruta, uno zumo y otro lácteo. En el apartado de verduras, zanahoria baby, salsa dulce de tomate y ensalada variada aparecen esta semana en la planilla. Todos estos productos los adquiere la contrata a Punt de Sabor, una firma de la Unió de Llauradors que cuenta con decenas de proveedores de productos ecológicos. «Esta empresa nos sirve cualquier producto ecológico. Hay que destacar que en el colegio se necesita tomate para la ensalada, sofritos, pistos, etc. y aquí en la zona sólo está disponible a partir de marzo. Punt de Sabor tiene proveedores con tomate ecológico todo el año. Lo mismo ocurre con el plátano o la manzana, fruta muy utilizada en un comedor escolar», incide la directora de gestión de Servalia, gestora del comedor, Zarza Burgués.
En este sentido, el comedor escolar no almacena productos sino que dos veces por semana los proveedores descargan fruta y verdura ecológica. ¿Y por qué no contratan con productores locales como reclama algunos padres del Barranquet? «Es muy sencillo. Partimos de la base de que cada empresa compra a quien quiere, pero además la estacionalidad es un obstáculo difícil de salvar. Qué hacemos sin tomates varios meses del año», pregunta Burgués. También la señala la directiva que «los sellos de calidad y los certificados son muy importantes y más cuando hablamos de un centro escolar».
La duda surge siempre en los costes. Los productos ecológicos requieren de un cuidado especial que acaba incrementando el precio. Un menú escolar en el Cervantes está fijado en 4,25 euros. Ahí se incluye la comida y el monitor que acompaña a los niños durante el almuerzo y el tiempo hasta que vuelven a clase. «No hemos subido los precios en seis años. Es verdad que los productos ecológicos encarecen en menú así que esos gastos se cubren disminuyendo el margen comercial», admite la directiva de Servalia.
De cara al próximo curso, la intención de empresa y colegios es introducir las legumbres y huevos ecológicos y el arroz integral. También seguir con la idea de tener un comedor más sostenible reciclando más envases y reduciendo el consumo energético.
