A las nueve de la mañana dio comienzo ayer en Sedaví el proceso participativo con el que los vecinos pueden decidir en qué tiene que invertir el ayuntamiento 80.000 euros del presupuesto municipal. Hasta el próximo 28 de febrero los ciudadanos pueden acudir al consistorio, el Casal Jove y el polideportivo para elegir entre 12 propuestas de inversión. El gobierno local, según explicó ayer el edil de Participación, Salvador Ramón, espera una «alta participación», aunque considerará «válido» el proceso si más de 300 personas depositan la papeleta en las urnas. De todas formas, y sea cuál haya sido la participación el domingo a las 20.00 horas (cuando se cierra la última urna, la del polideportivo), el ejecutivo no descarta amplíar las fechas del proceso.

Los vecinos pueden elegir cinco de las doce propuestas, puntuándolas del 1 (la máxima prioridad) al 5. Las inversiones a elegir son la instalación de un sistema inalámbrico para notificaciones y bandos, la remodelación y adaptación de los parques infantiles, la construcción de un skatepark, la instalación de un rocódromo y zona de barras en el polideportivo, un parque de ocio para mascotas, paelleros, aparcamientos para bicis, reposición de árboles, remodelación del Casal Jove, material para la brigada municipal, remodelar la biblioteca o construir un circuito vial.

La remodelación de la biblioteca fue ayer la principal opción para Mª José Tornero, archivera municipal y una de las primeras en depositar sus preferencias en la urna. «Sedaví es mi pueblo y hay muchas cosas que tienen que cambiar. Pagamos impuestos, vivimos aquí y queremos lo mejor para nuestro pueblo, así que lo correcto es expresarlo». Víctor Blanch también depositó ayer sus propuestas en la urna y defendió la necesidad de «participar en las cosas del pueblo. No hay que dejar las decisiones en manos de los cuatro o cinco a los que votamos cada cuatro años». Entre sus preferencias: el sistema inalámbrico y remodelar la biblioteca.

También las obras de la biblioteca «que está igual que cuando yo era pequeña» y la reposición de árboles son las mayores urgencias inversoras de Fanny Ruiz, para quien este tipo de procesos «es bueno, porque muchas veces la ciudadanía no tiene las mismas inquietudes que sus políticos». Elena Campayo quiere que el polideportivo y el Casal Jove tengan mejores instalaciones porque «así los jóvenes están distraídos». Dori Guillem y su marido Enrique piden «más herramientas para que podamos decidir lo que está bien y lo que está mal. Pero que pregunten más cosas: si hay que bajar impuestos a autónomos y pequeños comerciantes, si hay que crear más puestos de trabajo...».