El Ayuntamiento de Alaquàs tiene que afrontar en los próximos años una deuda de 42 millones de euros, teniendo en cuenta los préstamos contraídos con entidades bancarias por inversiones, y la condena en diferentes sentencias por la expropiación de suelo para infraestructuras. Ésta es para cuatro de los grupos de la oposición —el Partido Popular, Compromís, Canviem entre tots Alaquàs y Esquerra Unida— la deuda real que tiene el consistorio, según defendió ayer la portavoz nacionalista Consol Barberà, en una asamblea ciudadana que convocaron de forma conjunta para explicar su postura de rechazo a los presupuestos municipales que presentó en febrero el gobierno local socialista.

La edila repasó, a través de diapositivas, que la deuda municipal ha pasado de 9,5 millones en 2001 a 42 en 2015. Y detalló que corresponde en gran parte a obras por valor de 15 millones que se hicieron en la etapa de Jorge Alarte en la alcaldía y de otros 15,8, en el mandato de la actual alcaldesa, Elvira García. A estas cifras, la oposición considera que hay que sumar otros 9,9 millones de dos sentencias —seis millones que se han de devolver a Aguas de Valencia más 2,3 de intereses, y 1,2 millones que se ha de pagar por la retasación de un solar, más 419.000 euros de intereses—. De ahí que frente a la deuda por habitante de 1.372 euros, los cuatro partidos la sitúen en 1.405.

Asimismo, Barberà indicó que se deben 28,3 millones a cerca de una decena de entidades bancarias. Y respecto a lo que se ha pagado desde 2003 a 2015, la oposición destacó ayer que se ha amortizado por valor de 20,8 millones de euros pero también se han pagado más de 13 de intereses.

Por otro lado, tras la polémica por el retraso en el pago del Xarxallibres a las familias, al carecer de un presupuesto para 2016 —al rechazarse la propuesta socialista, se prorroga el de 2015—, la oposición impulsó una modificación de créditos. No obstante, la alcaldesa les remitió ayer un escrito en el que les indica que el Interventor estima que esa competencia le corresponde a ella.