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Patrimonio ordena reparar la cubierta de la torre Espioca, que corre riesgo de desplome

La conselleria insta a la propiedad privada a tomar medidas en el forjado y advierte de que dictará la ejecución forzosa si no se acometen

Patrimonio ordena reparar la cubierta de la torre Espioca, que corre riesgo de desplome

La dirección general de Patrimonio de la Generalitat Valenciana ha ordenado una actuación urgente en la cubierta de la torre Espioca, de titularidad privada y situada en el término de Picassent, un año después de denunciarse que todo el inmueble corre peligro de derrumbe, por su grave estado de deterioro. A raíz de un informe elaborado por la Unidad de Inspección del Patrimonio Histórico Artístico de los Servicios Territoriales de Cultura y Deporte se ha instado a los dueños a la colocación de una puerta en el hueco existente a los pies de la torre y a la reparación del forjado de cubierta para garantizar su estanqueidad. La intervención costaría 4.781 euros, según los cálculos iniciales de la Inspección.

El informe complementa la orden de ejecución que la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, remitió a principios de marzo a los propietarios de la Torre (en un 51% Comercial Benpaes y en un 49% a los herederos de José Cantos Figuerola y Sáiz de Carlos). No es habitual que sea la dirección general la que emita este tipo de órdenes, ya que suelen hacerlo los ayuntamientos, por propia iniciativa o a instancias de la conselleria.

A su vez, esa orden era consecuencia de un farragoso procedimiento administrativo en el que plazos legales y alegaciones, tanto de la propiedad como del ayuntamiento, han dilatado el problema en el tiempo y provocado que aún no se haya adoptado ninguna medida para preservar la torre.

Patrimonio da ahora un plazo de dos meses a la propiedad para presentar un proyecto que incluya ambas obras y, tras ser autorizado, marca otro periodo de tres meses para ejecutarlas. Además, ordena que se elimine de la cubierta de la torre un vértice geodésico colocado en los años 80 y que depende del Instituto Cartográfico Nacional, por tratarse de un «elemento impropio y perturbador de los valores» del bien. De ahí que el mandato también se dirija a esa institución.

En la orden que firma la directora general Carmen Amoraga se indica que las obras son «actuaciones imprescindibles» para «evitar que se produzcan daños mayores» y «a la espera de una actuación global de restauración y puesta en valor». La actuación en la cubierta —sobre la que advierte la dificultad de cuantificarla con exactitud sin acceder al interior, por lo que su coste podría aumentar— busca impermeabilizarla para evitar la filtración del agua de lluvia. Por su parte, la colocación de la puerta —que ha de ser metálica— persigue impedir entradas irregulares.

Carmen Amoraga advierte en su escrito que, de no ejecutarse las obras en los plazos establecidos, «que se estiman como razonables», la Conselleria de Cultura «adoptará resolución declarando incumplida la obligación legal conservativa —por parte de la propiedad—, promoviéndose e impulsándose la ejecución forzosa por los medios que resulten legalmente procedentes a costa y cargo de los propietarios».

La torre Espioca es una construcción defensiva de entorno al siglo XII y está considerada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1993. Tiene cinco metros de base por 5,9 metros., y una altura de más de 16 metros. El expediente que ahora se sigue es consecuencia de la denuncia de un experto. Al conocer la orden de ejecución, este particular ha recordado que Espioca «es uno de los de mayores valores culturales de la Comunitat Valenciana» que «se encuentra en peligro de colapso principalmente por, entre otros daños, unas graves grietas verticales que son visibles principalmente en sus fachadas, debido a que no se llevan a cabo obras de conservación por parte de sus titulares al menos desde 1960». El experto se queja de que no se haya ordenado ninguna actuación dirigida «a detener la evolución de estas grandes grietas verticales» que revisten gravedad porque «en el interior de la torre no se conservan sus forjados intermedios originales».

Por ello, propone que se ordene la colocación de un apeo —una estructura provisional exterior a modo de andamio para evitar el desplome—. Además, este particular propone que los propietarios puedan acogerse a ayudas para acometer estas obras, dado que se trata de un BIC.

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