Con el objetivo de planificar el futuro desde un punto de vista más allá del municipal, compartir proyectos y experiencias, e incluso de poder obtener fondos europeos, tres municipios de l'Horta Sud han unido esfuerzos en la elaboración de un plan estratégico común. De este modo, los consistorios de Benetússer, Picanya y Paiporta trabajan en la elaboración de un programa que determine su modelo de desarrollo en la próxima década.
La iniciativa partió del alcalde de Picanya, Josep Almenar (PSPV), quien propuso una actuación conjunta a su homóloga de Paiporta, Isabel Martín (Compromís), ya que las convocatorias de fondos Feder son para poblaciones de más de 20.000 habitantes o para reagrupamientos municipales. En Paiporta, el gobierno local consideró que podrían abrir el abanico a más pueblos del entorno y finalmente se sumó la socialista Eva Sanz, de Benetússer.
Ahora, los tres ayuntamientos han encomendado a la Mancomunitat de l'Horta Sud que contrate la elaboración de un plan estratégico común a una empresa especializada, que deberá integrar acciones de rehabilitación patrimonial, implantación de nuevas tecnologías, reducción de emisiones de CO2, planes de movilidad e iniciativas de participación ciudadana. Una vez redactado, los tres pueblos concurrirán de forma conjunta a los fondos Feder también a través de la Mancomunitat. «Si nos dan esas ayudas estará muy bien porque nos financian el 50% de lo que hayamos presupuestado. Pero si no conseguimos las subvenciones, vamos a desarrollar esos planes igual porque es voluntad de los tres pueblos incorporar esas acciones para mejorar el día a día de las personas», explica el concejal de Urbanismo de Paiporta, Pep Val.
Edificios emblemáticos
En materia de rehabilitación patrimonial, este consistorio pretende darle el impulso final a la restauración de Villamparo, un edificio propiedad municipal, en el que ya se han realizado los primeros trabajos. Por su parte, en Picanya se plantean rehabilitar la llamada Casa Dalmau, una especie de masía del primer tercio del siglo XX, que pasó a manos del consistorio a través de un PAI y ahora ha quedado dentro de una zona verde en la avenida de la Primavera. Actualmente tiene uso de almacén pero si se logra rehabilitar, una de las alternativas que maneja el consistorio es decidir su funcionamiento futuro a través de la participación ciudadana. Y Benetússer invertiría los fondos en seguir rehabilitando el antiguo Molí de Favara, que ahora es un museo «donde sólo se ha restaurado una pequeña parte».
Respecto a lo que se refiere a movilidad, los tres pueblos tienen como prioridad mejorar las conexiones entre sí de una forma sostenible, por ejemplo a través de un carril bici que luego enlazaría con el Anell Verd. «Nos dimos cuenta que tenemos conexión en transporte público con Valencia y con los pueblos de alrededor, pero no con aquellos que tenemos en la zona este como Paiporta o Picanya y eso es lo que nos movió a participar porque es posible crear un enlace de comunicación sostenible como un carril bici o puntos de intercambio de bicicletas compatibles con otros pueblos», apunta Eva Sanz.
Otro de los objetivos es darle un impulso a las nuevas tecnologías, no sólo con proyectos que mejoren la organización interna de los recursos municipales sino en la prestación de servicio a los vecinos „portales de transparencia y otros tipos„ y también con acciones de formación a los vecinos para el uso de las herramientas de Internet.
Fomentar una movilidad más sostenible llevará aparejada la reducción de emociones de CO2 pero también los tres participantes en el proyecto pretenden impulsar o continuar planes de cambio de iluminación que rebajen en gasto energético. «En Paiporta, acometeríamos en este apartado el recambio de luminarias en los polígonos», indica Val.
