Ocho mujeres de relevancia local, nacional o internacional para renombrar sendas calles franquistas de Quart de Poblet. Esta será la meta del proceso participativo que arrancó ayer en el municipio y que se prorrogará hasta el próximo sábado. En la consulta podrán votar todas las personas mayores de 16 años censadas en la población a través del teléfono móvil, mediante la app Telegram, en la página web municipal y en los quioscos informáticos situados en el consistorio, la biblioteca municipal, en el centro de empleo, en la sede de Quart Jove y en las instalaciones deportivas.

Las calles actuales a renombrar son Antonio Iturmendi, Antonio Molle, Conde de Rodezno, Ernesto García Raga, Esteban Bilbao, General Lobo Montero, Obispo Pildaín y Sargento Provisional. Los ciudadanos podrán escoger ocho nombres de mujeres relevantes en diferentes ámbitos de entre una lista de 24. La candidatas son: Ada Lovace, 8 de Març, 13 Rosas, Asunción Borredà, Beatriu Civera, Carmen Conde, Carmen Martín, Concepción Arenal, Custodia Fabuel, Carmen Barbudo, Empar Navarro, Federica Montseny, Isabel de Villena, Justa Freire, La Tia Salvadoreta, Lucrecia Bori, Teresa de Calcuta, Manuela Ballester, Manuela Solís, Margarita Salas, Maria Cambrils, Marie Curie, Matilde Ucelay, Rigoberta Menchú y Rosa Luxemburg.

272 votos el primer día

En el primer día de votaciones el recuento de participación se situó en 272 votos, 79 por Telegram y 193 vía web. En este sentido, durante la mañana se registraron problemas informáticos en los quioscos virtuales, que se fueron solucionando a lo largo del día. Algunas de los participantes que acudieron al ayuntamiento, como María, veían «muy bien» este proceso participativo ya que como había que cambiar el nombre de las calles «sí o sí, qué mejor opción que sean de mujeres ya que me he puesto a pensar y no me ha venido a la cabeza ningún nombre de mujer del callejero». De hecho, solo seis vías de Quart están dedicadas a féminas. También, Celia, destacaba la convocatoria «no solo porque sean los propios ciudadanos los que elijan los nombres, que debiera ser lo lógico, sino porque las opciones sean de mujeres relevantes». Por su parte, Amparo, una periodista de 27 años, también se mostró a favor de esta votación e incidió en que «no tenemos muchas calles de mujeres en Quart y ahora algunas de ellas que han sido reconocidas por su trabajo o su vida, sí las tendrán».

Una vez se conozca la próxima semana los ocho nombres con más votos se convocará un pleno municipal para aprobarlo y decidir qué mujer sustituye a cada calle actual. Esta sesión plenaria, de momento, no tiene fecha. Lo que está claro es que una vez se realice el cambio oficial, el ayuntamiento lo notificará a instituciones y organismos públicos, como el Padrón o la Seguridad Social, por lo que «las molestias para la ciudadanía serán mínimas», apuntan.

En total, son casi un millar los edificio afectados por la modificación. En este sentido, el consistorio explica que durante un tiempo ambos nombres serán oficiales, con el objetivo de que la transición de uno al otro tenga la menor incidencia posible. Aun así, la Oficina de Atención Ciudadana, ubicada en el Ayuntamiento, atenderá a cualquier ciudadano, aunque indican que se enviaron varias cartas informativas y se realizó una reunión previa al sondeo abierto ayer.

Dos vías con su antiguo nombre

Cabe recordar que las otras dos calles con nombres afectadas por la ley, Barón de Cárcer y General Orgaz, serán sustituidas por la denominación que tuvieron tradicionalmente: carrer de la Sèquia y camino del Mas de la Cova, respectivamente. A estas se suma, la calle Gerardo Paadí, que no forma parte del texto legislativo, pero que será renombrada por Del Molí, para cumplir un acuerdo plenario a propuesta de Compromís.

Los comercios son los más afectados por el cambio

La modificación de 11 calles de Quart de Poblet afectará en mayor medida a los comercios. Desde la Asociación de Comerciantes explicaron que en estos procesos «siempre se produce la misma problemática y nos obliga a cambiar tarjetas, bolsas y todo aquello que lleve impreso el nombre del comercio y su dirección». Por contra, admitieron que «apenas hemos recibido quejas o consultas porque los comercios no se han enterado de este proceso». La modificación de la dirección, al producirse por imperativo legal, no comporta una ayuda económica y deberán ser los propietarios los que corran con los gastos.