Alumnos de educación infantil del colegio Sant Joan Evangelista de Massamagrell fueron sometidos ayer por la mañana a pruebas médicas, tras haberse detectado un caso de tuberculosis en este centro y con el objetivo de adoptar medidas preventivas.
No obstante y aunque se trata de un protocolo habitual en estos casos, la alarma saltó ayer entre la comunidad educativa ya quefueron citados alrededor de 60 padres y madres de alumnos del ciclo de infantil, especialmente, aquellos escolares que disfrutan del servicio del comedor, aunque no sea de manera continua. De este modo,se citó a familias de niños que han acudido días sueltos al comedor además de a los usuarios fijos.
De forma paralela, en la mañana de ayer tuvo lugar una reunión con responsables de Salud Pública, al tiempo que se realizaron las pruebas de tuberculina a un grupo considerable de niños de infantil del Sant Joan Evangelista. La prepcupación se extendió entre las madres y los padres padres, ante la posibilidad de estar ante una enfermedad que pueda extenderse a resto de alumnado que estudia en este colegio.
Según ha podido saber Levante-EMV, el próximo lunes están citadas de nuevo las familias en el colegio para conocer los resultados de las pruebas médicas que se practicaron ayer a los más pequeños del centro. De momento, no está claro el foco de infección, aunque «la preocupación es máxima y hay cierto nerviosismo hasta saber que nuestros hijos están no se han visto afectados», comentaba un padre a este rotativo. Por su parte, otro padre consideraba que «lo importante es reaccionar a tiempo y poder llevar a cabo aquellos controles y pruebas para conocer el alcance de dicha afección».
Por otro lado, el Partido Popular de Massamagrell tramitó ayer un escrito por registro de entrada del ayuntamiento en el que solicitaba la convocatoria y realización «urgente» de una comisión informativa de Educación y Sanidad con la presencia de los concejales de estas áreas, para que informen de la situación. Los populares han adoptado esta iniciativa al conocer ayer que se estaban realizando las pruebas a decenas de alumnos y considerar que el gobierno local «ha guardado silencio» ante un «grave asunto de salud pública que puede afectar a muchos niños».
