La Unidad de Emergencias y Medio Ambiente de la Policía Local de Paterna ha abierto diligencias a un vecino de la localidad de Burjassot por un presunto delito de maltrato de animales con resultado de muerte al encontrar a su perro, que llevaba un chip localizador en la oreja, ahogado en la Acequia Real de Moncada y con un ladrillo atado del cuello.

Los hechos, que ya se encuentran en Fiscalía de Medio Ambiente, se remontan al pasado domingo 10 de julio, cuando los agentes fueron alertados de la existencia del cadáver de un animal en ese canal del término municipal paternero, al cual había sido arrojado atado con un alambre al cuello y un bloque de ladrillos en el otro extremo.

«La localización del propietario del animal ha resultado laboriosa al haber cambiado el dueño del can de domicilio y de número de teléfono sin modificar los datos en el Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA)», ha explicado el Jefe de la Policía Local de Paterna, Rafael Mestre que no ha dudado en calificar este acto de «deplorable e inhumano».

Asimismo, ha indicado que este hecho, que constituye un ilícito penal recogido en el artículo 337 del Código penal, ha sido ya debidamente trasladado a la Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía con el fin de esclarecer el suceso, instruir la causa y determinar las oportunas responsabilidades.

Hay que recordar que este no es el único caso de maltrato animal que se ha dado en l'Horta, pues el pasado febrero se condenó a cuatro meses de prisión y a cuatro años de inhabilitación para la tenencia de animales a un hombre que propinó varios golpes con una barra de hierro a su perro hasta que terminó con su vida y seguidamente tiró el cuerpo a un contenedor de Burjassot.