Protestas, recogida de firmas, manifestaciones ante la Conselleria de Sanidad y reclamaciones al Síndic de Greuges. Todas estas acciones han sido necesarias durante tres años para que la población de Picassent recupere el servicio de ambulancia durante las 24 horas, que fue recortado en el año 2013 de forma unilateral por la Generalitat Valenciana.

De hecho, la decisión se comunicó por fax al consistorio en la tarde del 28 de febrero de 2013, sin haber mediado una reunión formal con los responsables municipales, y entraba en vigor al día siguiente. Así fue como una población de más de 20.000 habitantes, con un enorme término municipal y 19 urbanizaciones diseminadas „muchas de ellas a ocho kilómetros del casco urbano„ cuya población se multiplica en verano, se quedó con apenas unas horas de servicio de ambulancia.

Una pataforma ciudadana se organizó entonces y llegó a recoger más de 5.000 firmas, y el propio consistorio hizo de este asunto uno de sus principales caballos de batalla. Pero hasta hace un año no logró que se restableciera el servicio.

Con el cambio de gobierno, la alcaldesa Conxa Gacía, trasladó su reivindicación a la Conselleria de Sanidad y se reunió con el Director General de Asistencia Sanitaria, Rafael Sotoca. «Le trasladamos la idiosincracia de Picassent y le pedimos que reconsiderara el asunto porque estábamos reivindicando lo que era justo», explica Conxa García. Hace varios meses, el consistorio supo que Sanidad había encargado un nuevo informe y que el documento reconocía el derecho de la población a una ambulancia las 24 horas, que además presta servicio a Picassent.

Tras haberse resuelto el contrato, el vehículo ya está a jornada completa ante el centro de salud desde el lunes. «Desde ayer hemos comprobado que todas nuestras acciones han dado su fruto. Queremos agraceder a todos los colectivos que se han implicado en este asunto», concluyó García.