Hasta esta legislatura, nuestro Ayuntamiento contrataba a tiempo completo o parcial a los y las concejales encargados de las 4 principales áreas de gestión, gratificando razonablemente al resto por asistir a las reuniones de órganos municipales. Pero, cuando en julio del 2015 entraron a gobernar en minoría los socialistas (8 concejales de los 21 del consistorio), cambiaron este sistema sin atender a razones.
El alcalde, Guilermo Luján, creyendo descubrir la pólvora, eliminó las contrataciones de concejales (que también conllevan pagos a la Seguridad Social) decretando un sistema de «café para todos/as»: si eras concejal socialista te correspondía cobrar hasta 18.000 euros brutos al año en concepto de gratificación por asistencia a reuniones municipales, y hasta 7.800 en caso de estar en la oposición.
Esta propuesta fue aprobada por el pleno del 14 de julio del 2015, con los votos de sus 8 concejales más tres de la oposición, frente a los restantes 10 concejales y concejalas de los demás partidos. Esquerra Unida-Els Verds nos opusimos, por ser un sistema insolidario (con respecto a lo que cobra un trabajador o trabajadora medio en nuestro pueblo y en nuestro país) e injusto, pues retribuye no por las horas de dedicación y la responsabilidad de gestión ejercidas sino por la mera asistencia a las reuniones municipales.
El primer «petardo» de esta pólvora descubierta explotó cuando, como habíamos anticipado, EU Verds presentó una denuncia fundada en la legislación básica, argumentando que no se puede retribuir por asistir a reuniones según el color político del concejal o concejala. Esta denuncia provocó que en el pleno del 28 de abril de 2016, el gobierno socialista tuviera que rectificar y modificara el sistema retributivo inicial (además de pagar las percepciones no recibidas los meses anteriores por algunos concejales de la oposición que habíamos llegado al limite de los 7.800 euros). Sin embargo, tan sólo se limitaron a eliminar este tope para concejales/as de la oposición. Motivo por el que EU Verds volvió a votar en contra de la rectificación, esgrimiendo los argumentos iniciales de insolidaridad e injusticia (entre otros).
El segundo «petardo» acaba de explotar hace en el pleno celebrado el 26 de julio pasado. Desde la oposición y algunas personas del público, solicitamos explicaciones por un incremento retributivo muy notable de tan sólo cuatro concejales y concejalas socialistas, correspondiente al mes de junio.
Pero las explicaciones ofrecidas a nadie contentaron: redundaron en el «y tu más» y en el «todos estamos pringados». Lo que aparte de ser equívoco contribuye a activar otro nuevo «petardo», ya que según la documentación del expediente del pago a estos cuatro concejales/as socialistas, en junio habían asistido a más reuniones municipales de las convocadas. Y cuando señalamos este hecho, explicaron que las «gratificaciones por reunirse» en junio de 3.700, 3.650, 2.850 y 2.230 euros incluían también supuestas reuniones de meses anteriores. Lo que a su vez plantea el problema de que, en la administración pública, sólo se pueden pagar las obligaciones efectivamente contraídas en cada momento, salvo que se especifique en tiempo y forma un aplazamiento.
Sin duda, Aldaia necesita de su Ayuntamiento mayor perspicacia política, buena gestión y respeto por el trabajo y los trabajadores y trabajadoras.
