Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los familiares de los "caídos" de Rafelbunyol irán a los tribunales por la retirada de la cruz

Esperan a que les entreguen el acta del pleno para presentar un contencioso, tal como les recomendó el alcalde Fran López (PSPV)

Los familiares de los "caídos" de Rafelbunyol irán a los tribunales por la retirada de la cruz

Los familiares de los 39 vecinos de Rafelbunyol fusilados durante la guerra civil y cuyos nombres aparecen en la Cruz de los Caídos de la iglesia, recurrirán a los tribunales para intentar evitar que el ayuntamiento ejecute la retirada del panel, tal como aprobó el pleno municipal la pasada semana. Según explicó ayer Vicen Castellar „portavoz de la veintena de familiares de los «caídos» que han participado en la comisión sobre el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en la localidad„, están esperando a que el ayuntamiento les facilite las actas del pleno del pasado lunes para poder presentar su denuncia en el contencioso-administrativo.

«Cuando nos lo den acudiremos inmediatamente a los tribunales, porque lo que han hecho es una injusticia», aseguró Castellar, sobrina de dos de los 39 fusilados entre el 28 y 29 de septiembre de 1936, Enrique Castellar y Brígida Granell. «Y mi marido es familiar de Juan Bautista Fenollosa, José Fenollosa y María Fenollosa, cuyos nombres también están en la cruz», añadió.

La retirada del panel cerámico con la Cruz de los Caídos que todavía luce en la fachada de la iglesia de San Antonio Abad se aprobó gracias a los votos favorables del PSOE y Compromís. Previamente, el ejecutivo local había montando una comisión que, a su vez, solicitó a la Dirección General de Reformas Democráticas de la Generalitat un dictamen sobre la aplicación de la ley en lo que se refiere al panel de la iglesia. El dictamen, que no era vinculante, fue claro: había que quitar la cruz sin tener en cuenta la alternativa planteada por los familiares de los fusilados, que era mantener sus nombres y eliminar el «José Antonio Primo de Ribera, Presente» y el «Caídos por Dios y por la Patria». La decisión contó con el voto contrario de PP e Independientes de Rafelbunyol (IdRA), que hasta entonces era socio de gobierno de los socialistas y que desde el martes está en la oposición a raíz del conflicto por la cruz.

En aquel pleno, el propio alcalde Fran López (PSOE) invitó a los familiares y partidos de la oposición «a que si están en contra del dictamen acudan a los tribunales de primera instancia y presenten un recurso contencioso administrativo y que sea un juez a quien decida o no que se hace con ese panel cerámico». «Pero de momento este alcalde y este partido se posicionará a favor del dictamen para hacer cumplir la ley», añadió el regidor. «No es una decisión de izquierdas ni derechas, no es política. Es una decisión para cumplir la ley», había asegurado Fran López minutos antes de la sesión.

«Vuelven los bandos»

Pero para Vicen Castellar y el resto de familiares de los fusilados, la política impregna cada uno de los pasos que se han dado desde que en agosto de 2015 el ayuntamiento recibió un procedimiento administrativo del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica para eliminar todos los símbolos y menciones de la dictadura franquista. El documento venía firmado por el diputado del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, el exconcejal socialista en Valencia Matías Alonso, y el abogado Eduardo Ranz. «Los que han hecho el informe también son socialistas, y aquí son los socialistas quienes lo han aprobado», añade Castellar.

Ella y el resto de familiares, en cambio, aseguran que „si se quitan las referencias a la patria y al fundador de la Falange„, la Cruz de los Caídos de Rafelbunyol no tendrá nada de político, y sí de religioso y de recuerdo familiar. «Ese panel no lo puso Franco sino los familiares de los 39 que fusilaron. Por eso lo queremos mantener, porque es un recuerdo, como en el cementerio de Paterna hay un recuerdo para los fusilados del otro bando. Y cada uno de esos 39 fue fusilados por motivos religiosos, no políticos. Los que no eran religiosos eran gentes trabajadoras cercanas a la Iglesia, que murieron por eso y perdonando a quienes les mataban», añade esta vecina de Rafelbunyol que se autodefine como «de derechas, pero no franquista».

En este sentido, los descendientes de los «caídos» recuerdan que, además de proponer la retirada de los elementos franquistas de la cruz, han aceptado otras medidas para cumplir con la Ley de Memoria Histórica, como la eliminación de un monolito y la modificación de un panteón en el cementerio, e incluso transigirán con el cambio de nombre de la calle Mártires.

Castellar añadió incluso que los familiares de los que ella define como «mártires» no tienen ningún problema en que al lado de su panel se coloque otro con los nombres de fusilados por el franquismo. «No tendríamos problema porque este siempre ha sido un pueblo de paz. Es ahora cuando están volviendo los bandos», aseveró.

Compartir el artículo

stats