Los «bous» de Silla han tenido este año un contrincante inesperado. La celebración del Medusa Sunbeach, festival de música electrónica que se celebra en Cullera y que ha reunido a más de 140.000 asistentes, ha provocado, según el gobierno local una disminución en la participación en las entradas de vacas de en torno al 30%.
Las entradas, que este año se redujeron de ocho a seis días, se celebraron desde el día 9 hasta el pasado domingo 14, todos los días a partir de las 14 horas. Si bien los dos primeros días hubo amplia participación, los últimos cuatro días se vio una considerable reducción. La causa, según el ayuntamiento, se debe a que estas entradas son sobre todo disfrutadas por vecinos y vecinas con una media de edad de entre 16 y 30 años, perfil también correspondiente a los asistentes al festival.
La proximidad a Cullera, apenas a 30 km de distancia ha favorecido que muchos jóvenes hayan decidido pasar el fin de semana en el festival en lugar de en su localidad.
Una «huída» que llama a la reflexión sobre el el peso de las fiestas taurinas, sobre todo ante la polémica generada por la eliminación del «bou en corda» y «bou embolat», y la reducción de ocho a seis días de entradas de vacas, por parte del ayuntamiento atendiendo al resultado de una encuesta popular realizada a principios de año.
La bajada de la participación en la entrada de vacas contrasta con el éxito de afluencia que en esta edición han tenido las fiestas alternativas, celebradas durante los primeros días, mayores que las de pasada ediciones según apuntan desde el gobierno local.
Ningún ingreso hospitalario
La eliminación de estas dos modalidades de «bou» consideradas más agresivas contra los animales han servido también para disminuir las atenciones sanitarias. De hecho, según fuentes municipales, este año no se ha producido ningún ingreso hospitalario frente a los cinco de la pasada edición.
Si bien el inicio de las fiestas fue de los más multitudinarios que se recuerdan, la presencia del Festival de música electrónica de Cullera va a ser un problema que persistirá el año que viene, ya que volverán a coincidir las fechas con la las entradas de vacas de Silla.
