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Abandono

La Pobla fuerza la venta de un edificio en la playa tras décadas de ruina y abandono

Los 80 propietarios nunca se han puesto de acuerdo para acabar las obras o traspasar el inmueble

La Pobla fuerza la venta de un edificio en la playa tras décadas de ruina y abandono

El Ayuntamiento de la Pobla de Farnals quiere acabar con la mala imagen y el peligro que ofrece un edificio situado en primera línea de la playa y que permanece abandonado desde hace tres décadas. Para ello, ha iniciado el proceso para la venta forzosa del inmueble, que en la actualidad cuenta con unos 80 propietarios, según ha explicado el alcalde Enric Palanca (PSPV). Si llegara más de una oferta para comprar el inmueble, éste se venderá en pública subasta. Eso sí, quien lo adquiera podrá abrir allí un hotel o un apartahotel de 120 habitaciones, pero no un edificio de apartamentos similar a los que ya existen en esta playa.

Este es, precisamente, el principal motivo por el que, a pesar del lugar privilegiado en el que se encuentra, el edificio Ancora está actualmente abandonado y en ruinas. Es más, las obras iniciadas hace casi tres décadas ni siquiera se dieron por finalizadas ni sus estancias fueron nunca ocupadas. Según explicó ayer el alcalde, el edificio se construyó sobre una parcela declarada en el PGOU como suelo terciario, por lo que sólo se podía instalar allí un hotel o apartahotel, pero no apartamentos tal como deseaban los impulsores del proyecto. Finalmente la constructora abandonó las obras, dejando tirados a los 80 propietarios que habían adquirido los futuros apartamentos.

En 2010, y después de que un grupo de vecinos denunciase la suciedad, proliferación de ratas y ocupaciones ilegales en el Ancora, el ayuntamiento explicó que el abandono del edificio se había producido tras declararse ilegal la construcción por superar el número de alturas que marcaba el planeamiento urbanístico. La solución que se ofreció entonces fue convertirlo en un hotel pero el desacuerdo de los 80 propietarios con esta opción llevó al traste el proyecto.«Durante este tiempo „añadió ayer el alcalde„, varios inversores se han interesado en comprar el inmueble y restaurarlo. Pero por la batalla que hay entre los propietarios, y que muchos de ellos ni siquiera se pueden localizar, todos los proyectos se han acabado echando atrás».

Fue el anterior gobierno local del PP que presidía José Manuel Peralta el que inició los trámites para dar una solución forzosa a la situación del edificio Ancora, proceso que el actual gobierno que preside Enric Palanca ha continuado e impulsado. El primer paso, según explicaba ayer Palanca fue acogerse a la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup) para declarar el «incumplimiento del deber de edificar» „la licencia había caducado en 2002„ y sujetarse al «régimen de edificación forzosa». Tras esta declaración los dueños del edificio tienen un mes para presentar alegaciones, tras el cual cualquier interesado puede presentar un programa de actuación que se puede tramitar aun contra la oposición del dueño y que se ejecutará por expropiación, salvo que el dueño llegue a un acuerdo con el nuevo promotor. Si no, el 50 % de lo que se obtenga por la venta lo recibirán los propietarios, y el otro 50 % el consistorio.

Además de iniciar la venta forzosa, el consistorio declaró el edificio en ruina, declaración que según explicó ayer Palanca no obligará a un nuevo propietario a derribar el edificio (la estructura se mantiene en buenas condiciones) pero si hacer cambios en el interior.

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