El Ayuntamiento de Silla ha logrado ahorrar 229.214 euros gracias a su plan de reestructuración de personal. Vicente Zaragozà, alcalde y responsable directo de este área, ha conseguido cubrir las vacantes dejadas por jubilación o comisión de servicios con gente que ya estaba trabajando en la casa. En lugar de cubrir esos puestos como es habitual, cogiendo empleados de la bolsa de trabajo, el ayuntamiento ha considerado que es mejor ahorrarle ese dinero a los ciudadanos reubicando a la plantilla ya existente.
Así se han cubierto exactamente seis puestos que van desde la marcha a otra localidad del intendente, a la jubilación de un auxiliar administrativo o un subalterno. Seis puestos de trabajo que ha supuesto un ahorro de 229.000 euros a los que se les puede sumar otros 100.000 euros de trabajos extra que el ayuntamiento está realizado con recursos propios y que antes se subcontrataban.
«A los políticos nos votan para que seamos sus gestores, no olvidemos que el dinero que entra en el ayuntamiento es de los contribuyentes y no solo debemos gastar el dinero sino también optimizar los recursos», señala el alcalde de Silla, Vicente Zaragozà, quien reconoce que ha sido un año intenso de reuniones para lograr esta reordenación, llegando a un acuerdo entre todas las partes, trabajadores, sindicatos y gobierno.
Sueldo digno
Sin embargo, la optimización de recursos no está reñida con la dignidad de los asalariados, de ahí que el alcalde y responsable del área de personal, haya decidido cumplir con uno de sus compromisos electorales, que es conseguir que ningún trabajador municipal cobre menos de 1.000 euros brutos al mes. Así, el consistorio, con el apoyo de todos los grupos políticos y de los sindicatos, se ha subido el sueldo a 1.000 euros brutos a 15 trabajadores de la casa que cobraban menos, con un coste adicional de 24.175 euros. Asimismo, se ha contratado ya con este sueldo de 1.000 euros brutos a lo 30 trabajadores del Plan de Emergencia Social, con un coste de 125.000 euros.
«Se nos llena la boca, por lo menos a los que hacemos políticas de izquierdas, cuando decimos que todos deben tener un sueldo digno y luego no damos ejemplo. Este gobierno cree que ningún trabajador a jornada completa puede cobrar menos de 1.000 euros», confiesa el alcalde, Vicente Zaragozà.
